China apunta a una cifra aproximada del 4 por ciento de crecimiento para el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en 2012, según el Informe sobre la Labor del Gobierno presentado hoy lunes en Beijing por el primer ministro, Wen Jiabao.
"Al proponer contener el alza de los precios al consumidor en torno al 4%, hemos tenido en cuenta globalmente la influencia de la inflación importada, los efectos de la subida de los costes de los elementos de producción y la capacidad de aguante de la población, habiendo dejado previamente cierto margen para la reforma de los precios", dijo Wen al presentar el informe en el acto inaugural de la quinta sesión de la XI Asamblea Popular Nacional (APN), la máxima legislatura de China.
Mantener el nivel general de los precios básicamente estable constituye "una tarea prioritaria que concierne a los intereses de las masas y a la situación global del desarrollo económico y social de China", destaca el informe.
"Vamos a controlar bien los precios y prevenir su repunte, mediante la aplicación eficaz de las políticas macroeconómicas, el debido control del volumen total del suministro monetario y crediticio, y la promoción del equilibrio básico entre la demanda y la oferta generales de la sociedad", recalcó el premier.
El IPC, uno de los principales indicadores de la inflación, creció en China un 5,4 por ciento interanual en 2011, porcentaje que superó la meta anual del 4 por ciento establecida por el gobierno a principios de 2011, debido a que los precios de los alimentos se dispararon un 11,8 por ciento y los de la producción agrícola un 16,5 por ciento.
Para contener el alza de la inflación, el Banco Popular de China, el central del país, elevó 12 veces el nivel del coeficiente de reservas bancarias de los bancos al máximo histórico de 21,5 por ciento entre 2010 y diciembre de 2011, mes en el que la inflación llegó a bajar al 4,1 por ciento.
El banco central también subió las tasas de interés cinco veces a partir del mes de octubre de 2010.
En enero, el IPC de China registró un incremento del 4,5 por ciento interanual, inferior al 6,5 por ciento de julio de 2011, que había supuesto la cifra más alta durante los 37 meses anteriores.
En el informe, Wen aseguró que este año el gobierno continuará aplicando una política fiscal activa y una política monetaria prudente.
El gobierno ha fijado en un 14 por ciento el aumento de la provisión de dinero en sentido amplio, o M2, según el documento.
Mediante la elaboración de planes para mantener los precios bajo control, Wen se comprometió a incrementar la producción y garantizar el suministro de los productos agrícolas, mejorar la distribución y reducir los costes de circulación, así como intensificar la supervisión integral y asegurar el orden del mercado.
Previsiblemente, el aumento de los precios al consumidor habría seguido perdiendo su velocidad hasta llegar al 4 por ciento en febrero, debido a los continuos descensos en los precios de los alimentos y a la elevada base de comparación del año pasado.
Un informe actualizado del Banco de Comunicaciones pronosticó que el crecimiento del IPC en febrero disminuiría al 3,2 por ciento. En cuanto al año entero, el aumento del indicador se ubicaría entre 2,7 y 3,3 por ciento frente al nivel de 2011.
Expertos economistas han coincidido en que la presión inflacionaria se mantendrá a largo plazo, a pesar del optimismo que generan las lecturas más recientes. Los especialistas han manifestado su preocupación ante los crecientes costos de la producción, y también con la posibilidad de que la inflación vuelva a tomar impulso cuando el gobierno comience a estimular el crecimiento.
El informe de la entidad bancaria advierte que el creciente precio del petróleo crudo en el mercado internacional podría traducirse en una importación de presión inflacionaria, a lo que, señaló, hay que prestar "mucha atención".
El emisor ha realizado dos reducciones del coeficiente de reservas bancarias desde diciembre pasado para aliviar la restricción de créditos de corto término y mantener el crecimiento frente a la debilidad del mercado externo.
Este año, el gobierno chino situó la meta anual de crecimiento económico en 7,5 por ciento, luego de haberla mantenido en torno al 8,0 por ciento durante siete años consecutivos.
Liu Shucheng, economista de la Academia de Ciencias Sociales de China, dijo que el haber fijado una meta inferior contribuirá a mantener un nivel de precios estable.
"El gobierno está buscando un equilibrio entre el crecimiento económico y la inflación, y quiere mantener los dos en un nivel estable", dijo Wang Yiming, subdirector del Instituto de Estudios Macroeconómicos de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, el principal organismo de planificación económica del país. Fin