Wu Xiaoqing, viceministro de Protección Ambiental de China, dijo hoy viernes que dos tercios de las ciudades chinas aún no logran cumplir con los recién modificados estándares de calidad del aire, y que en adelante el control de la contaminación atmosférica será una tarea todavía más ardua para el país.
El alto funcionario hizo estas declaraciones después de que el Consejo de Estado, el gabinete chino, aprobara el miércoles los estándares revisados de calidad del aire, que incluyen un índice de partículas finas en suspensión de 2,5 micrones o menos, conocidas como PM2,5, en reemplazo de la medición previa, basada en el estándar PM10. Las partículas finas se consideran más peligrosas para la salud humana.
Los nuevos estándares, que se aplicarán durante el curso de los próximos tres años, incluyen índices que muestran la concentración de PM2,5 y ozono (O3) durante un periodo diario de ocho horas.
"Dos terceras partes de las ciudades chinas todavía no cumplen con la nueva regulación, pero esto no significa que la calidad del aire se esté deteriorando allí", dijo Wu.
De acuerdo con el funcionario, el ministerio está trabajando en un plan de cinco años tendiente a controlar y prevenir la contaminación del aire en regiones clave, con el fin de reducir la cantidad de partículas finas en el aire, fortaleciendo el control sobre las emisiones producidas por el tratamiento de los residuos industriales y los automóviles.
El viceministro pidió a los gobiernos locales formular planes para satisfacer los nuevos estándares, elevar los requisitos ambientales para las empresas e invertir más en el control de la contaminación.
Los estándares rectificados también imponen límites más estrictos para varios tipos de sustancias que generan polución, además de especificar nuevos métodos analíticos para contaminantes como SO2, NO2 y el material particulado.
Wu dijo que los nuevos criterios constituyen un "hito importante" en los esfuerzos de protección ambiental del país, ya que marcan el paso de una estrategia de control de la contaminación a una de administración de la calidad ambiental y la prevención de riesgos.
Los nuevos estándares "generalmente" siguen las prácticas internacionales, aunque todavía no satisfacen los rigurosos límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud, señaló el funcionario. Fin