
Grandes nombres del fútbol internacional están comenzando a llegar al fútbol chino, como los franceses Nicolas Anelka y Jean Tigana, jugador y entrenador del Shanghai Shenhua, equipo de la ciudad de Shanghái.
Mientras, continúa el flujo de entrenadores holandeses como Henk Ten Cate, quien ha firmado con el Shandong Luneng, siguiendo los pasos de Jan Olde Rienkerink, Jan Versleijen, Jo Bonfrere, Arie Schans y Theo de Jong.
En la opinión de estos entrenadores holandeses, los jugadores chinos son técnicamente buenos, pero les falta la destreza intuitiva en el juego.
Entre estos entrenadores se encuentra Jan Olde Riekerink, de 48 años, el más implicado en el desarrollo y rejuvenecimiento del fútbol chino. En agosto de 2011, este antiguo entrenador del Ájax fue nombrado director de educación juvenil en la Asociación del Fútbol de China y entrenador del equipo olímpico chino, ahora selección sub 19, que busca calificarse para los Juegos de 2016.
El primer test para el equipo de Riekerink fue el torneo de calificación del campeonato sub-19 de la AFC el pasado noviembre, en el que el equipo chino consiguió clasificarse como segundo del grupo para la final con los líderes del grupo, Australia.
“Fue bien hasta el último partido”, afirma el holandés. “Entonces pude ver las debilidades en términos de capacidad física, madurez, juego a alto nivel e inteligencia. Necesitamos impulsar su desarrollo físico. No digo que debieran ser culturistas, pero se necesita más fuerza”.
Riekerink dice sentirse satisfecho con su equipo por ahora. “Individualmente son muy buenos, técnicamente son muy buenos, incluso mejor que los jugadores jóvenes en Holanda, hasta en el Ájax. Tienen que aprender a jugar mejor tácticamente, pero estoy impresionado por sus cualidades individuales y su capacidad de aprendizaje. Quieren mejorar”.
En las eliminatorias de la AFC Sub-19, Riekerink se encontró con su compatriota Jan Versleijen, entrenador del equipo australiano. Versleijen, de 56 años, llegó a Australia en 2008 y desde este mes de enero, es el entrenador del Henan Construction, un equipo de la Superliga china.
Versleijen comparte la misma opinión que Riekerink sobre los jugadores chinos. “Técnicamente son todos buenos”, afirma, “pero cuando hablamos de construir equipo y tácticas en los partidos, dejan mucho que desear. La intensidad y el paso durante los entrenamientos debería aumentarse, con o sin la pelota”.
Opinión divergente
El predecesor de Versleijen, Jo Bonfrere, está menos convencido de su experiencia en China. Este holandés de 65 años llevó a Nigeria al oro olímpico en 1996. En 2007 estuvo a cargo del Dalian Shide en China, equipo con el que acabó quinto en la Superliga.
El año pasado firmó con el Henan a media temporada, en sustitución del surcoreano Kim Hak-beom, y aseguró la plaza del equipo en los primeros puestos.
“El nivel del fútbol chino no es comparable con Europa Occidental”, afirma Bonfrere. “Tácticamente es incluso peor. Todos los equipos juegan igual, hacen lo mismo. Entrenan duro, pero bajo la forma china no hacen más que correr y correr, algo totalmente diferente de Europa Occidental”, explica.
“Los clubes deberían nombrar a buenos entrenadores, hay que hacer algo con la preparación de los entrenadores. No deberían enseñar sólo a correr, sino también tácticas”.
Theo de Jong fue asistente de Arie Haan, quien entrenó al equipo nacional chino en 2003 y 2004, y volvió a China como asistente de Haan en el Tianjin Teda en diciembre de 2009. “El fútbol chino ha mejorado gradualmente en los últimos años trayendo a entrenadores extranjeros”, opina este antiguo internacional holandés de 64 años.
“Técnicamente, los chicos son muy buenos, pero bajo presión actúan de forma distinta. No están acostumbrados a la resistencia cada semana. Tácticamente, tienen mucho que aprender”.
Para Haan, “el valor de decidir es también un problema. Fracasar es una cuestión muy sensible en China”. “Si lanzas el balón a unos 30 metros, tus compañeros y la audiencia se reirán de ti. Es la razón por la que los jugadores optar por mantenerse tímidos en los momentos clave. Deben atreverse a fracasar. El nivel mental, la perseverancia, la aceptación de las desilusiones, es un problema. Hecho en falta verdaderos ganadores”.
Estrellas extranjeras
La llegada de estrellas internacionales como Nicolás Anelka da a la liga china una nueva motivación y algunos entrenadores holandeses creen que es una buena forma de desarrollar el fútbol local. “Parece la decisión correcta, continuar invirtiendo en grandes nombres”, opina Versleijen. “Vimos el mismo desarrollo en la liga japonesa. Es una forma de incrementar la popularidad del fútbol”.
Sin embargo, otros opinan que la llegada de estrellas extranjeras difícilmente contribuirá al crecimiento del fútbol chino. “De hecho, los extranjeros contribuyen poco en el fútbol chino”, afirma Bonfrere. “Los jugadores jóvenes tienen menos oportunidades cuando los clubs siguen comprando jugadores. Estos jugadores tienen una obligación hacia sus seguidores. Basta con preguntar a un entrenador a quíen necesitan. Anelka ha jugado en Europa y dudo que posea aún la mentalidad correcta. Le pagan mucho más que a los jugadores chinos, pero contribuye poco. No es algo bueno para el equipo chino”.
“El fútbol chino está atravesando un cambio grande”, concluye Arie Schans, 59 años, entrenador con un dilatado currículum en China. Ahora trabaja en el Shaanxi Chanba de la Superliga china. “Por un lado, es bueno que los grandes patrocinadores vuelvan, pero el equipo chino está aún falto de un buen centrocampista en defensa, un buen centrocampista ofensivo y un buen ariete. Estas posiciones están ocupadas por extranjeros en el club. Así, ¿cómo puedes esperar tener un equipo nacional decente?”