Cuarenta estudiantes de una secundaria en la provincia de Hainan, en el sur de China, no tienen permitido regresar a sus salones de clase sino hasta que concluyan un programa de tres días de "educación moral".
Mientras sus compañeros inician un nuevo semestre de primavera, los llamados "estudiantes problema" tienen que cumplir un programa de educación moral y hacer una declaración de arrepentimiento por su conducta infractora de las reglas escolares, comentó el padre de un estudiante de apellido Yuan.
Ellos no pueden regresar a sus salones de clase a menos que su declaración, la cual debe estar firmada tanto por sus padres como por los asesores de clases, sea aprobada por las autoridades de la Primera Escuela Secundaria de Sanya, dijo Yuan.
Esos "estudiantes problema" están siendo castigados por sus malas conductas, entre ellas llegar tarde o ausentarse de clases, hacer trampas en los exámenes con teléfonos móviles o utilizar conexiones de energía prohibidos en los dormitorios.
La información acerca del programa de educación moral de la escuela fue publicada en línea, generando debates entre los internautas.
"El programa de educación moral los etiqueta como 'estudiantes problema' y los aísla de los demás. Es arbitrario y grosero sancionar así a esos adolescentes, y no les ayudará de manera justa", opinó el internauta "Fan Zijun" en la sección de comentarios de un sitio de internet local.
Es importante educarlos y ayudarles a fortalecer su conciencia de disciplina y responsabilidad social, pero la escuela también debe considerar las necesidades prácticas de los estudiantes, añadió Fan.
Sin embargo, otros internautas han aplaudido la decisión de la escuela y consideran que la educación moral es sana para el desarollo de los adolescentes y jóvenes más que algunos castigos tradicionales, como la expulsión.
Estos 40 estudiantes son el segundo grupo de la escuela que es inscrito en un programa de educación moral. Durante el curso pasado, se les pidió a 80 estudiantes asistir al programa de educación moral y algunos de los que terminaron el programa en el primer periodo ya vieron sus nombres en la lista para el próximo periodo también.
Durante el programa de tres días, los alumnos estudian las normas y reglamentos escolares en la mañana, y sus padres también acuden a la escuela y se unen a sus hijos para registrar sus experiencias.
Si las autoridades de la escuela dan su aprobación, los estudiantes pueden regresar a clase. Si no, no se permitirá que se registren en un semestre nuevo.
"El director de la escuela no está dándose por vencido con los estudiantes que tienen dificultades con sus estudios o su conducta", dijo Lu Yihuai, director de la Primera Escuela Secundaria de Sanya.
Abrimos el programa de educación moral con el objetivo de cultivar su conciencia de responsabilidad. Deben ser responsables de su mala conducta y estar dispuestos a mejorar, dijo Lu.
"Luego de un semestre, pensamos que sí es efectivo", señaló Lu, quien agregó que la escuela está considerando llevar a cabo el programa durante horas no escolares y mejorar el contenido del programa.
La Primera Escuela Secundaria de Sanya, sin embargo, no es la primera escuela en China en poner en práctica un programa controvertido para erradicar la mala conducta o el mal desempeño académico.
La Primera Escuela Primaria Experimental en el distrito Weiyang de la ciudad nororiental de Xi'an, entregó pañuelos verdes a los estudiantes que necesitan mejorar sus calificaciones o conducta. Los otros estudiantes usan pañuelos rojos, parte del uniforme estándar de los estudiantes de primaria en toda China, así como un color tradicional favorecido por la cultura china. Fin