Restauración polémica

Con el fin de proteger mejor el patrimonio cultural existente, las autoridades han tomado medidas para reparar y reconstruir muchos lugares para que recuperen su imagen histórica. Sin embargo, a veces estas decisiones han generado controversia por el daño potencial que pueden infligir al valor de dichos elementos.

Un ejemplo fue el intento de reconstrucción de Nanluoguxiang, un callejón antiguo pekinés de 800 metros de longitud. El proyecto, creado por una compañía de diseño, Boston International, fue criticado por los vecinos y los expertos por cambiar su arquitectura histórica. El plan incluía cambiar las casas con patio por edificios de dos plantas con tejados acristalados y ventanas francesas.

La misma empresa también fue responsable de otro proyecto en la zona de la torre del Tambor (Gulou) que igualmente levantó polémica y que fue finalmente cancelado.

“La reconstrucción es considerada en China como una manera de proteger el patrimonio. Pero yo creo que las obras de reconstrucción se han convertido en una nueva forma de destruir las antigüedades”, opina He Shuzhong portavoz del Centro de Protección del Patrimonio Cultural de Pekín, en declaraciones a ‘Global Times’.

Otro ejemplo de esta dinámica fue Qianmen, un de las calles más antiguas de la capital china, que reabrió al público en 2008 completamente reconstruida, tras unas obras duramente criticadas por derribar edificios originales para construirlos de nuevo. “Antes, Qianmen era como una pintura de las dinastías Ming y Qing. Aunque estaba sucio y destartalado, era parte de nuestro patrimonio. El Qianmen reconstruido también es una imagen de esas dinastías, mpero menos genuina”, cuenta Lee Luke, doctor de ingeniería en el Instituto de Historia y Teoría de la Arquitectura en la Universidad Tsinghua, citado por ‘Global Times’.

“Si no se toman medidas pronto, toda China será ‘qianmenizada’, y algunos de nuestros elementos patrimoniales más valiosos desaparecerán por completo”, añade.