Lin Juemin (1887-Xinhai), de la etnia han, oriundo de Minhou, provincia Fujian. En su adolescencia ya empezó a abrazar la ideología de la revolución democrática y abogó por las teorías sobre la libertad y la igualdad. Durante su estancia en Japón con motivo educativo, se incorporó a la Liga de China. En la primavera de Xinhai regresó al país. Después de escribir la última carta a su esposa, sacudió heroicamente con otros revolucionarios a la oficina del procónsul y fue presionado tras ser herido. Por fin, entregó su vida heroicamente, siendo considerado en la historia uno de los “72 mártires de Huanghuagang”.