El vicepresidente de China, Xi Jinping, pidió a los miembros del círculo religioso del Tíbet que "se mantengan al margen de las fuerzas separatistas", durante su visita al Templo Jokhang, un monasterio del Budismo tibetano en el centro de Lhasa.
Ante más de 100 monjes del monasterio y representantes del círculo religioso reunidos en Jokhang, Xi dijo que el Tíbet ha sido una parte inalienable de China desde la antigüedad y que los miembros del círculo religioso han ayudado a mantener la estabilidad social, la integridad nacional y la unidad étnica.
"El Partido y el gobierno no olvidarán sus positivas contribuciones", afirmó Xi, quien los exhortó a continuar el espíritu patriótico, seguir en sincronía con el Partido y con el gobierno y esforzarse por el desarrollo del Tíbet y por la mejora del nivel de vida de la población.
Xi hizo las declaraciones un día después de pronunciar un discurso en una ceremonia masiva en Lhasa para conmemorar el 60 aniversario de la liberación pacífica del Tíbet y de que subrayara la lucha contra las actividades separatistas encabezadas por el grupo del Dalai Lama.
El vicepresidente dijo en la ceremonia del martes que es necesario combatir las actividades separatistas del grupo del Dalai Lama para "destruir completamente cualquier intento de socavar la estabilidad del Tíbet y la unidad nacional de la patria".
Xi pidió a los miembros del círculo religioso que estudien para tener un mejor entendimiento de las políticas del Partido sobre religión y de las leyes del país, para alcanzar logros académicos a través del buen aprendizaje, para mantener la integridad y moderación y para ser responsables socialmente.
El Budismo tibetano es la religión dominante en la región autónoma del Tíbet, una meseta habitada por 3 millones de personas, de las cuales al menos 90 por ciento son de la etnia tibetana.
El Templo Jokhang de 1.300 aos de antigüedad, que alberga una estatua de tamaño real del Buda Sakyamuni cuando tenía 12 años de edad, es considerado como un importante monasterio del budismo tibetano de todas las sectas.
Xi obsequió a los monjes una bandera de seda con un mensaje del presidente Hu Jintao que dice: "En celebración del 60 aniversario de la liberación pacífica del Tíbet", que está bordada en chino y tibetano, y colecciones del Tripitaka Chino impresas en tibetano.
En correspondencia, los mojes de Jokhang hicieron sonar cuernos y quemaron incienso como un ritual religioso para recibir a los huéspedes.
Lhapa, el jefe del Comité de Administración Democrática del Templo Jokhang, dijo que los monjes estaban muy felices y que para recibir a Xi ofrecieron la recepción reservada para Budas Vivientes.
Cuando el vicepresidente saludó a los monjes, se sintieron felices porque fue como "reunirse con un familiar a quien no han visto desde hace tiempo", declaró Lhapa.
"Las palabras de Xi reforzaron nuestra determinación de practicar la religión con patriotismo", agregó.
Los monjes se sintieron complacidos al escuchar al vicepresidente cuando dijo que la política del gobierno central de mantener la libertad religiosa será firme, afirmó Lhapa.
El templo se localiza cerca de las calles del centro de Lhasa más afectadas por los disturbios mortales del 14 de marzo de 2008. La participación de monjes en la violencia hizo que las autoridades emprendieran una campaña de educación jurídica de un año en los 505 monasterios del Tíbet para elevar la conciencia legal de los monjes y monjas y disuadirlos de ser engañados por fuerzas separatistas y para garantizar la práctica normal del Budismo, dijeron funcionarios locales.
La educación jurídica, en la cual se dijo a los monjes que acataran las leyes y reglamentos en la práctica de la religión, en reuniones y en desfiles, tiene frutos, dijeron funcionarios. La vida religiosa de los monjes y de los residentes locales sigue siendo normal.
Un libro blanco emitido por la Oficina de Estado de Información en julio dice que las creencias religiosas de todos los grupos étnicos del Tíbet son respetadas y protegidas. La gente es libre de aprender y debatir las doctrinas budistas, ordenarse como monjes y practicar los ritos budistas.
El documento agrega que el Tíbet tiene más de 1.700 sitios para actividades religiosas y cerca de 46.000 monjes y monjas. Asimismo, más de un millón de devotos realiza peregrinaciones a Lhasa cada año. El sistema de reencarnación del Buda Viviente, único del Budismo tibetano, es respetado completamente, agrega.
El Templo Jokhang sostiene importantes eventos budistas, tales como la selección de la reencarnación del Panchen Lama. El XI Panchen Lama, Bainqen Erdini Qoigyijabu, fue seleccionado como reencarnación del X Panchen Erdini en noviembre de 1995 a través del método tradicional de sorteo de una urna dorada.
En las décadas pasadas, el gobierno chino también destinó fondos para reparar y remodelar monasterios tibetanos. La remodelación más reciente, calculada en 570 millones de yuanes (87,7 millones de dólares USA), cubrió 22 reliquias históricas en el Tíbet. Incluyó a importantes monasterios en Lhasa --Jokhang, Drepung, Sera, Ganden-- y la sede del Panchen Lama: el Monasterio Tashilhunpo en Xigaze. Fin