Tasang, un aldeano de 46 años de edad del distrito Doilungdeqen de Lhasa, capital de la región autónoma del Tíbet, está feliz con su vida actual, una que sus padres nunca hubieran imaginado.
Tasang se emociona cuando recuerda que hace 10 años el entonces vicepresidente de China, Hu Jintao, visitó su casa durante las celebraciones del 50 aniversario de la liberación pacífica del Tíbet.
Hu obsequió a la familia de Tasang fotografías de los líderes chinos Mao Zedong, Deng Xiaoping y Jiang Zemin y un televisor a color.
"El desarrollo del Tíbet se acelerará y su vida mejorará también", dijo en ese entonces Hu cuando expresó sus buenos deseos a la familia del hombre.
Diez años después, la casa de ladrillos de lodo de Tasang ha sido sustituida por una casa nueva de dos pisos hecha de piedra, además cuenta con un patio limpio y ordenado. Su hija y su hijo ya se graduaron de la universidad.
El 23 de mayo de 1951, el Gobierno Popular Central de China y el gobierno local del Tíbet firmaron en Beijing el Acuerdo sobre Medidas para la Liberación Pacífica del Tíbet, lo que simbolizó la liberación pacífica del Tíbet.
La liberación pacífica se convirtió en un momento fundamental en la historia del Tíbet porque marcó su transición de la autocracia a la democracia, de la pobreza a la abundancia y del aislamiento a la apertura.
De acuerdo con cifras del departamento de finanzas del gobierno regional del Tíbet, el gobierno central ofreció un subsidio financiero de 10,47 millones de yuanes al Tíbet en 1952, que se incrementó a 53.100 millones de yuanes (11.900 millones de dólares USA) el año pasado.
Los subsidios fiscales totales que el gobierno central ofreció al Tíbet de 1952 a 2010 ascendieron a 301.900 millones de yuanes.
También se establecieron políticas de "asistencia de emparejamiento" para apoyar el desarrollo del Tíbet.
Las regiones de nivel provincial relativamente desarrolladas, los departamentos del gobierno central y empresas propiedad del gobierno central de China habían enviado de 1994 a 2010 a un total de 4.742 funcionarios para ayudar en el desarrollo del Tíbet.
Las regiones a nivel provincial y las instituciones han ofrecido al Tíbet una asistencia total de 13.300 millones de yuanes en efectivo y en forma de materiales.
Bajo el liderzgo del gobierno central y con la asistencia de la nación entera, en las seis décadas pasadas el Tíbet ha sufrido cambios radicales, tanto en términos de desarrollo económico como en progreso social.
El producto interno bruto (PIB) per cápita del Tíbet ha aumentado de 142 yuanes en 1959 a 17.319 en el 2010, de acuerdo con cifras oficiales.
El ingreso neto per cápita rural en la región aumentó a 4.139 yuanes en 2010, 99,2 por ciento más con respecto a los 2.078 yuanes de 2005, mientras que su ingreso disponible per cápita urbano llegó a 14.980 yuanes en 2010, 78,1 por ciento más con respecto a los 8.411 yuanes de 2005.
Cerca de 3.100 personas pertenecientes al grupo étnico Lhoba viven en las faldas meridionales de los Himalayas en el Tíbet.
Los líderes centrales de China se han preocupado desde hace tiempo por las condiciones de vida de esa población. Durante las sesiones parlamentarias anuales, el presidente Hu Jintao siempre ha preguntado a los legisladores tibetanos sobre lesa comunidad.
Gracias al apoyo gubernamental, ahora en la región habitada por los Lhoba, los agricultores y pastores viven en casas confortables y cerca de 90 por ciento de las familias tiene servicio de telefonía móvil y 65 por ciento cuenta con teléfono celular.
"El Tíbet se encuentra en el periodo de más rápido desarrollo y la gente puede disfrutar de la vida más feliz de la historia", dijo Thubten Khedrup, vicepresidente del comité regional del Tíbet de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino.
La gente tiene razones para esperar un futuro aún más brillante para el Tíbet en los años próximos.
En una reunión de alto nivel sobre el trabajo en el Tíbet, sostenida en enero de 2010 con la asistencia del presidente Hu Jintao y de otros importantes líderes, Hu dijo que para el 2020 el ingreso per cápita de los agricultores y pastores del Tíbet debe estar cerca del nivel nacional.
Para ese año, la capacidad del Tíbet para ofrecer servicios públicos e infraestructura también debe ser comparable al promedio nacional a través de una mayor inversión gubernamental y de una mejor administración, afirmó Hu. Fin