La delegación de 59 miembros fue recibida por altos funcionarios del Tíbet y por unos 600 residentes locales vestidos con atuendos festivos en el Aeropuerto Gonggar. Banderas nacionales y una enorme estandarte que decía "Damos una cálida bienvenida a la delegación del gobierno central" fueron colocadas en el aeropuerto.