Detenido el vigilante de una guardería en Shanghái por abusos sexuales a niñas

Un empleado de seguridad del centro, de apellido Han, 34 años, y primo de uno de los propietarios privados del centro, ha sido detenido por la policía como autor de los abusos contra las niñas.

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(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Unos muros elevados, entradas restringidas y controles policiales son las medidas de seguridad adoptadas para proteger a los niños de las escuelas de Shanghái de posibles atacantes, tras la oleada de agresiones contra niños que vivió China el año pasado.

Sin embargo, estas medidas no pudieron evitar que siete pequeñas, de edades entre 6 y 7 años, fueran víctimas de abusos sexuales en un jardín infantil de Shanghái.

Un empleado de seguridad, de apellido Han, 34 años, y primo de uno de los propietarios privados del centro, ha sido detenido por la policía como autor de los abusos contra las niñas.

Según informa el diario local en inglés ‘Shanghái Daily’, el primer caso de abuso habría tenido lugar hace aproximadamente un año. El vigilante habría entrado en los salones de clase mientras los niños estaban durmiendo su siesta.

El acusado fue detenido después de que una de las niñas contara a sus padres que un hombre en la guardería había estado “tocándola” constantemente desde hacía un año, según informa ‘China Daily’. Otros padres hallaron casos similares, así como niñas con heridas en su cuerpo, y decidieron denunciar ante la policía el pasado jueves, según indica ‘Shanghai Daily’.

“Es un monstruo”, afirma Tu, de 32 años, madre de una niña de seis años que asiste a clase en la misma guardería Tongxing del distrito shanghainés de Minhang, donde ocurrieron los casos de abusos. Tu afirma que su hija le relató cómo el guarda se introdujo en una ocasión en el salón mientras el profesor estaba ausente, y cómo desvistió a una niña de seis años enfrente de los demás niños.

“El hombre expuso los genitales de la pobre niña delante de sus compañeros, riéndose, y obligándoles a mirar”, indica Tu.

El vigilante incluso habría tomado fotografías y videos con su teléfono móvil mientras abrazaba a las niñas desnudas o ponía sus dedos en sus partes íntimas, según afirma esta madre.

“Mi hija lloraba pidiéndole que parara porque le dolía, pero él siguió haciéndolo durante un año y la amenazaba para que no lo contara a nadie”, relataba una madre, quien no quiso dar su nombre, en un programa de televisión emitido ayer.

Los padres afirman que el guarda amenazó a las niñas con “matarlas o cortarles la lengua” si hablaban sobre ello, razón por la cual las niñas lo mantuvieron en silencio durante un año, a pesar de que algunas tenían heridas sangrantes.

Muchos padres se confiesan sorprendidos al oir que el detenido era uno de los guardias de seguridad, un hombre al que veían cada día recibiendo a los niños “sonriendo con amabilidad”. “Cada mañana él se llevaba a mi hijo a la clase de la mano”, recuerda Yu Xianghong, otra de las madres de la escuela. “Ahora me resulta horrible recordarlo”.

Sin embargo, una madre de apellido Fang declaró a ‘Shanghai Daily’ que el vigilante le parecía “poco amigable”. “Siempre decía en público que las mujeres eran inútiles y cuando queríamos discutir con él sobre el tema, simplemente nos decía que nos calláramos”.

La detención de Han ha encendido el debate entre los padres, la mayoría de ellos procedentes de fuera de Shanghái, quienes se reunieron ayer para buscar a sus hijos a la salida de la escuela. Según los documentos sobre la escuela depositados en el Buró de Educación del distrito de Minhang, el centro estaba destinado a acoger mayoritariamente a niños de padres migrantes en Shanghái, indica ‘China Daily’.

Algunos padres están pidiendo compensaciones a los dueños de la guardería, mientras que algunos están llevando a sus hijas a hospitales para someterlas a exámenes médicos, ya que aún no se atreven a hablar sobre lo que les ha ocurrido.

Una de las propietarias del jardín infantil, Mao Baoling, expresó sus disculpas por lo ocurrido y dijo que la escuela reforzaría la gestión del personal. No obstante, Mao rechazó comentar si Han estaba cualificado para trabajar como guarda de seguridad o simplemente había conseguido el trabajo por ser el primo de su marido, Han Baoyou, copropietario del centro.

“Se supone que los guardias de seguridad no deben entrar en los salones”, dijo Zhu Yue, vicedirector del Buró de Educación del distrito de Minhang. “Hubo algún problema en la administración de la guardería”.

El buró está llevando a cabo varias reuniones de emergencia para prevenir que estos casos se repitan en el futuro. La guardería continuará operando y ofreciendo servicios de asistencia para las víctimas, según Zhu.

El centro cuenta con seis clases con más de 200 niños. Su cualificación aún está en trámite, pero se concedió el permiso para comenzar a operar por el bien de los niños, ya que, según Zhu, “si hubiéramos cerrado la escuela, ¿adónde irían los niños?”

 

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