(SPANISH.CHINA.ORG.CN) - Después de que China eliminara las políticas preferenciales para las firmas extranjeras, como ventajas fiscales y demás incentivos, algunos analistas afirmaron que China perdería atractivo para la inversión exterior. Sin embargo, tras un 2010 marcado por los beneficios, los empresarios extranjeros están ya explorando nuevas vías para seguir con su expansión el vasto mercado chino.
Yu Jinsong, gerente general de Mahr Precision Metrology Suzhou, se mostró orgulloso de que el volumen de ventas de su compañía el año pasado se hubiera duplicado, en comparación con las cifras de 2009. La filial china registró el mayor crecimiento de todas las sucursales mundiales de Mahr.
El proveedor alemán de básculas empezó a producir en su fábrica de Suzhou a principios de 1999. “Hemos registrado un crecimiento promedio de ventas anuales del 15 por ciento en los 11 últimos años”, indica Yu, quien ha trabajado con la compañía desde que se estableció en China.
"Además, este año estamos esperando un crecimiento de entre 30 y 40 por ciento en las ventas", agregó.
En respuesta a un llamamiento de competencia justa, China introdujo en diciembre un sistema fiscal nacional unificado para las compañías nacionales y extranjeras. Esta decisión marcó el final de un periodo de 30 años de ‘tratamiento preferencial’ para las firmas extranjeras, que implicaba principalmente ventajas en políticas fiscales y en el uso del suelo.
La eliminación de esas políticas preferenciales y el costo creciente de la mano de obra generó preocupaciones de que China se volviera menos atractiva para la inversión y que las firmas extranjeras viraran su atención hacia otros países.
Sin embargo, los cambios no parecen haber alejado a los inversionistas. En cambio, las medidas han impulsado la expansión de las manufacturas y procesamiento y los inversionistas han convertido a sus subsidiarias chinas en sedes regionales y centros de investigación.
De acuerdo con una encuesta anual sobre el clima de negocios de la Cámara Americana de Comercio (AmCham-China) dada a conocer la semana pasada, el 83 por ciento de los entrevistados está planeando incrementar su inversión y ampliar sus operaciones en China este año, 4 por ciento más que hace un año.
La encuesta, que entrevistó a 434 miembros de la AmCham-China, indica que hasta un 85 por ciento de los entrevistados incrementó sus ingresos en sus operaciones en China en 2010.
"Al contrario de la noción común de que las compañías extranjeras llegan a China por la mano de obra barata y para exportar a Estados Unidos y a otros mercados, los miembros expresan firmemente un fuerte deseo de ingresar en el mercado de consumo chino y de prestar servicios al consumidor chino", muestra la encuesta.
Según Yu, Mahr Metrology espera convertir la sucursal de Suzhou en la sede asiática de la organización, para pasar de las manufacturas de aparatos de medición y concentrarse en las ventas y el desarrollo.
"Hace 10 años vinimos a China por la mano de obra barata, ahora ya no es un atractivo", declaró. “En lugar de los bajos costos de producción, las ventajas que mantienen a las compañías extranjeras en el país incluyen la eficiencia de los servicios del gobierno y las mejoras en las instalaciones”, agregó.
Peter Voser, director ejecutivo de la empresa Royal Dutch Shell, dijo que la compañía considera a China como una de las regiones más atractivas del mundo para la inversión. Añadió que las autoridades locales se están volviendo más abiertas y son capaces de atraer la inversión extranjera en los sectores que más la necesitan.
Por otra parte, el gobierno chino también está esperando que las empresas extranjeras jueguen un papel más activo en el desarrollo económico del país. “Transformar el modelo de desarrollo económico no significa que China cierre sus puertas a las empresas extranjeras”, dijo el ministro de Comercio, Chen Deming, este mes durante su discurso en el XII Foro de Desarrollo de China en Pekín.
“El fin de las políticas preferenciales hacia las empresas extranjeras se debió únicamente a la voluntad de implementar una competencia justa en el mercado chino. China está tratando de forma igualitaria tanto a las compañías chinas como a las extranjeras”, dijo Chen.
Respecto a los asuntos que preocupan a las empresas extranjeras, Chen prometió que las políticas serán abiertas y transparentes para todas las empresas sin importar la capacidad de innovación y las adquisiones del gobierno.
El presidente de Siemens, Peter Loescher, dijo durante el foro que es emocionante ser parte del desarrollo económico de China y el proceso de innovación. Actualmente, Siemens tiene 16 centros de investigación y desarrollo en China, que cuentan con más de 2.300 ingenieros que trabajan en más de 1.000 patentes cada año.
Yu Jinsong dijo que, aunque siguen ocurriendo violaciones a los derechos de propiedad intelectual (DPI), aprecia los esfuerzos del gobierno para protegerlos. "La mayor parte de las violaciones a los DPI se pueden solucionar con servicos legales profesionales", declaró.