La defunción del Dalai Lama no ejercerá ningún impacto en la situación general de la región autónoma del Tíbet, en el suroeste de China, afirmó hoy lunes un alto funcionario chino.
"Por supuesto que habrá algunas pocas repercusiones debido a los factores religiosos, pero lo tendremos en cuenta y garantizaremos con seguridad la estabilidad política a largo plazo en esta región autónoma", dijo Qiangba Puncog, presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Regional del Tíbet, durante la actual sesión anual de la Asamblea Popular Nacional (APN, el máximo órgano legislativo chino), en Beijing.
"No puedo garantizar que no se registrarán incidentes, grandes o pequeños, pero puedo asegurar que la situación actual en el Tíbet es estable en general y que el pueblo tibetano desea la estabilidad y se opone a alborotos", apuntó Qiangba Puncog.
El XIV Dalai Lama, de 76 años, ha admitido la posibilidad de que la institución de reencarnación pueda ser abolida tras su fallecimiento.
"Su comentario es irrelevante", indicó Padma Choling, presidente del gobierno regional del Tíbet.
Según Choling, el budismo tibetano cuenta con una historia de más de 1.000 años y las instituciones de reencarnación del Dalai Lama y el Panchen Lama son una tradición que se ha transmitido durante cientos de años.
"Debemos respetar las instituciones históricas y rituales religiosos del budismo tibetano. Abolir la institución de reencarnación no es la tarea o responsabilidad de nadie", subrayó el funcionario. Fin