(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Las empresas de productos lácteos de China deberán renovar sus licencias de negocio en este año 2011. Aquéllas que no lo hagan serán cerradas, anunciaron las autoridades chinas ayer jueves.
La exigencia responde a la creciente preocupación en el país asiático entorno a la calidad de los productos derivados de la leche, después de los escándalos alimentarios que han estallado en los últimos años. El que más repercusión tuvo fue el de la leche para bebés contaminada con melamina, añadida artificialmente para aumentar el contenido proteínico en los tests, que acabó con la vida de seis pequeños y enfermó a cientos de miles, despertando la indignación pública tras los Juegos Olímpicos de 2008.
La respuesta gubernamental al escándalo fue contundente, con cierre de factorías e incluso la condena a muerte y ejecución de uno de los vendedores. Sin embargo, la melamina sigue apareciendo en algunos productos lácteos elaborados en el país. La melamina puede provocar cálculos e insuficiencia renal.
Con la medida, según indican las autoridades a la agencia oficial Xinhua, se busca incrementar las exigencias de calidad en este sector alimentario, de implantación relativamente reciente en el país, ya que no existía en China una costumbre arraigada de beber leche.
La expedición de las licencias conlleva superar unos tests de seguridad alimentaria de los productos que se elaboren en dichas fábricas.