“Por suerte, un recluso que tenía que pasar dos semanas en prisión por conducir borracho me ayudó a enviar un mensaje a Wang Meiyin, propietario de un restaurante en el que estuve trabajando”. Wang le buscó un abogado y se puso en contacto con sus padres, que regentan un negocio en la provincia de Hunan, en el centro de China.
“Durante la última mitad de mi presidio, mi abogado Hai Ming y Wang venían a visitarme con regularidad. Ingresaron dinero en mi cuenta, que yo utilizaba para comprar fideos instantáneos en la prisión”, relata.
“Mi abogado me dijo que muchos estudiantes chinos en Estados Unidos que han tenido disputas con sus centros académicos corren el riesgo de ver su visado revocado, ser encarcelados en prisiones para inmigrantes o incluso ser deportados a China”.
Tras pasar dos meses y medio en la prisión de Hudson County, Zhai fue trasladado al Centro de Detención Elizabeth, donde son retenidos los inmigrantes ilegales. El 28 de julio Zhai compareció ante el Tribunal Superior de Nueva Jersey, donde las negociaciones entre los abogados y el juez liberaron a Zhai de la acusación de ‘amenaza terrorista’. No obstante, el Tribunal le impuso un cargo de ‘conducta desordenada’, algo que Zhai también niega.
Una semana antes de la comparecencia ante el juez de Zhai, fue desestimado otro cargo de ‘acoso con agravantes’ lanzado contra él por la oficina del Fiscal de distrito del Condado de Nueva York.
El 29 de julio Zhai abandonó Estados Unidos de forma voluntaria, una opción ofrecida por el juez federal del tribunal de inmigración.
“En prisión eché mucho de menos a mis padres”, dice Zhai, quien no los había visto en ocho años. “He llorado cada noche, incluso tras haber regresado a China. No sé qué me pasa, pero siento rabia por lo ocurrido en los meses pasados. Pero estoy dispuesto a volver a Estados Unidos a demostrar mi inocencia si el Tribunal Superior de Nueva Jersey reabre el caso”, afirma.
Zhai dice que su ídolo es Martín Luther King Junior, el histórico líder de los derechos civiles en Estados Unidos. “Me gusta su discurso ‘I Have a Dream’. Lo admiro porque animó a los negros de Estados Unidos a resistir y conseguir reconocimiento político”, explica. (Por Chen Xin)