El Festival Shoton que comenzó el martes en Lhasa, capital de la región autónoma del Tíbet, incluye representaciones folclóricas y de ópera tibetana, así como carreras de yaks y caballos.
Durante el festival, que data del siglo XI y se celebraba anteriormente por motivos religiosos, los habitantes de la región ofrecían yogur a aquellos monjes que habían terminado su retiro espiritual.
"Al parecer, el yogur alcanza en esta temporada del año sus mayores propiedades y sabor, lo que potencia la actividad cerebral del que lo toma", dijo Sonam Wangden, subdirector del Museo del Tíbet, quien añadió que además "el yogur es símbolo de felicidad, amor eterno y longevidad en la cultura tibetana".
Desde el siglo XVII, el festival se ha convertido en la ocasión perfecta para celebrar rituales budistas, representaciones de la ópera tibetana y carreras de yaks. En la actualidad, se ha añadido nuevo contenido, como ferias y exposiciones inmobiliarias.
Junto con el Año Nuevo Tibetano, Shoton es uno de los festivales más importantes en el calendario del Tibet.
"El evento también celebra la próxima cosecha, en lo que se asemeja al Festival del Medio Otoño según el calendario chino lunar, de mayor envergadura", explicó Liu Zhiqun, subdirector del Instituto de Arte Étnico del Tíbet.
Al igual que en años anteriores, 100 lamas transportaron un Thangka con la imagen de Buda, de 40 por 37 metros, a una colina cercana al Monasterio de Drebung, el principal para la orden Gelugpa del budismo tibetano, y la muchedumbre ora pidiendo salud y felicidad.
Según datos oficiales del departamento de turismo del Tíbet, el porcentaje de ocupación de hoteles en Lhasa durante los siete días que dura el festival supera el 90 por ciento.
En 2009, cerca de 35.000 turistas acudieron a la capital tibetana con motivo del festival Shoton, y durante las ferias y exposiciones celebradas se firmaron contratos comerciales y de inversión por valor de 4.000 millones de yuanes. Fin