Cientos de personas, en su mayoría jóvenes, se reunieron ayer en la ciudad de Guangzhou, en el sur de China, para pedir a las autoridades mayores esfuerzos en la conservación de su dialecto local, el cantonés.
La de ayer fue la segunda manifestación en dos semanas celebrada en la ciudad desde que un órgano consultivo local propusiera a principios del mes pasado que la estación de televisión de Guangzhou transmita sus programas informativos preferentemente en mandarín, o que lanzara en su defecto un nuevo canal en este idioma.
El mitin de ayer tuvo lugar al mediodía en el Parque del Pueblo, justo delante del complejo del gobierno municipal, lo que provocó un gran despliegue policial. Los manifestantes reivindicaron el derecho al uso del cantonés, uno de los ocho dialectos principales del país, y se mostraron preocupados por el riesgo de que desaparezca en beneficio del mandarín.
A las estaciones de televisión en China se les exige que retransmitan en mandarín. Sin embargo, debido a la situación geográfica de la provincia, cercana a Hong Kong y a Macao, donde se usa ampliamente el cantonés, en la década de los 80 la Televisora de Guangzhou recibió la autorización de la Administración Estatal de Radio, Cine y Televisión de usar el cantonés y así atraer a espectadores de las dos regiones.
El gobierno municipal de Guangzhou ha afirmado tras las manifestaciones que las autoridades locales no tienen intención de abolir el uso del dialecto cantonés.