Al menos 70.000 budistas tibetanos se reunieron hoy miércoles en un monasterio de Lhasa, capital de la región autónoma del Tíbet (suroeste de China) para celebrar una fiesta religiosa y rezar para que el Año Nuevo Tibetano, que comienza el domingo, venga acompañado de buena suerte.
Tsering Namgyal, de 75 años de edad, ya estaba haciendo cola a las 5:00 horas de la mañana a las puertas del Monasterio de Sera, en las afueras de Lhasa, para recibir la bendición.
El "Festival Bengqin de Sera" es una importante fiesta religiosa que sólo se celebra cada año cuatro días antes del Año Nuevo Tibetano en este monasterio. El de Sera es, junto al de Drepung y el de Ganden, uno de los tres templos budistas más importantes de Lhasa.
En esta fecha, el Khenpo (presidente) de Ngaba Zhacang (una de las tres escuelas budistas del monasterio), toca la cabeza de los devotos con el "dorje", un objeto legendario similar a una mano de mortero y procedente de la India al que se le atribuye la capacidad de transmitir el poder y el apoyo de Buda.
La multitud de budistas que acudieron al monasterio también rezaron y depositaron limosnas y las tradicionales bufandas blancas conocidas como "hada" frente a una pintura Thangka del "rey con cabeza de caballo", una de las reliquias más importantes que se conservan en el templo.
La ceremonia de bendición, que empezó a la 1:00 de la madrugada de hoy miércoles y durará 24 horas, ha atraido a budistas de todo el Tíbet, así como de las comunidades tibetanas que viven en las provincias occidentales de Qinghai, Sichuan y Yunnan.
Tsering Namgyal viajó desde Xigaze para asistir al evento religioso, ya que está convencido de que la bendición "puede ayudar a ahuyentar los desastres durante el nuevo año".
En el calendario tibetano, el Año del Tigre de Hierro cae este año el 14 de febrero, fecha en la que también se celebra el Año Nuevo Chino. Esta coincidencia ha tenido lugar en 18 ocasiones desde 1950, según expertos en astrología y el calendario tibetano. Fin