El gobierno central de China y los representantes privados del Dalai Lama tuvieron, "como ya es usual", puntos de vista "claramente divididos" durante su última ronda de conversaciones, dijo hoy martes un funcionario chino.
"Ya nos hemos acostumbrado a tal confrontación en nuestras opiniones, pues siempre ha habido discrepancias en las conversaciones previas", sostuvo durante una rueda de prensa Zhu Weiqun, subjefe del Departamento de Trabajo del Frente Unido del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh).
Sin embargo, el funcionario reconoció que la diferencia de opiniones también "ha tenido su lado positivo", ya que gracias a esto las dos partes han podido dejar claro dónde exactamente radican sus discrepancias, y cuán amplias son.
"Esto ayuda al Dalai Lama a darse cuenta de la posición en que se encuentra", agregó.
El gobierno central chino deseaba "ofrecer al Dalai Lama una oportunidad para corregir sus errores" al sostener conversaciones con sus enviados, explicó Zhu.
El funcionario añadió que otro resultado positivo de los diálogos fue que los enviados del Dalai Lama tuvieron la oportunidad de entender mejor el país y su política de autonomía étnica después de viajar a la provincia de Hunan (centro), a iniciativa del gobierno central.
Zhu avanzó que durante las conversaciones previas, Lodi Gyari había presentado un "Memorándum para que todos los tibetanos disfruten de auténtica autonomía" y que éste utilizó intencionalmente palabras oscuras en el documento, en un intento de definir "Gran Tíbet" y "alto nivel de autonomía".
Cuando el memorándum fue rechazado por el gobierno central, Gyari se mostró descontento, y dijo que no quería mantener una nueva ronda de conversaciones, informó Zhu, "pero esta vez, Gyari aseguró que los diálogos continuarán en el futuro".
El funcionario reveló que el Dalai Lama y sus seguidores se han centrado en sus "temas favoritos" desde 2008, uno de los cuales es el que el PCCh "se jubilará", que el gobierno central y las Fuerzas Armadas de China orquestaron los disturbios del 14 de marzo de Lhasa, y echaron la culpa al "gobierno tibetano en el exilio", que la parte sureña del Tíbet y las areas meridionales de la Línea McMahon pertenecen a la India, y que el Dalai Lama se ha considerado abierta y repetidamente "hijo de la India".
"¿Pueden estos actos y palabras del Dalai Lama mejorar las relaciones con el gobierno central?", preguntó Zhu, al tiempo que señaló que es imprescindible que el Dalai Lama "acompañe sus palabras con hechos".
El funcionario también reiteró que la mejora de las relaciones con el Dalai es un asunto interno de China, por lo que "los extranjeros no tienen derecho a expresar sus opiniones al respecto".
Con sus frecuentes actividades internacionales para buscar el apoyo extranjero, el Dalai Lama "ya juega un papel como alborotador, por lo que se ha convertido en una persona antipática para el pueblo chino, lo cual creará obstáculos en los contactos y diálogos", opinó Zhu.
También pidió al Dalai Lama que contenga sus palabras y actitudes contra del gobierno central.
Después de la anterior ronda de conversaciones llevadas a cabo en noviembre de 2008, los seguidores del Dalai Lama han continuado operando en secreto con las fuerzas separatistas para atacar al gobierno central y al PCCh, señaló.
"Han intentado destruir la estabilidad de la sociedad china, calumniar y dañar la imagen de China, perturbar las visitas de Estado de los mandatarios chinos a países extranjeros y perjudicar la seguridad del territorio y la soberanía de la nación", recordó.
El gobierno central aconseja que el Dalai Lama abandone su intento secesionista, suspenda sus actividades separatistas, reconozca abiertamente que el Tíbet es una parte inseparable de China y así lo es Taiwan, y que el gobierno de la República Popular China es el único gobierno legal que puede representar al país asiático, aseguró el funcionario.
La Oficina de Información del Consejo de Estado, el gabinete del país, celebró esta mañana una conferencia de prensa para dar a conocer detalles a cerca del nuevo encuentro entre las partes a los medios de comunicación. Fin