China continuará este 2009 con su eliminación masiva de instalaciones industriales viejas con el objetivo de ahorrar energía y reducir la contaminación en su intento por hacer frente al cambio climático, informó hoy el gobierno.
China busca cerrar pequeñas estaciones eléctricas que operan con carbón, con una capacidad generadora total de 15 millones de kilovatios, de acuerdo con un plan de acción aprobado hoy en una reunión conjunta del comité directivo nacional de respuesta al cambio climático y el comité directivo del Consejo de Estado para el ahorro de energía y control de emisiones.
China continuará eliminando la capacidad obsoleta en industrias clave, incluyendo 10 millones de toneladas en la industria de hierro, 6 millones de toneladas en la industria de acero, y 50 millones de toneladas en la industria del cemento, señala el plan analizado en la reunión presidida por el primer ministro de China Wen Jiabao.
La reunión decidió adoptar más medidas, incluyendo evaluaciones más estrictas sobre el uso eficiente de energía y sobre el medio ambiente, para controlar la expansión de industrias que consumían excesivas cantidades de energía y emitían contaminantes.
El gobierno también pidió la promoción del reciclaje y el uso de productos ahorradores de energía, incluyendo compras subsidiadas de acondicionadores de aire, refrigeradores y lámparas con bajo consumo de de energía.
Los gobiernos central y locales incrementarán su inversión en proyectos de uso eficiente de energía.
En el 2009, se espera que esos proyectos reduzcan el consumo de energía a 750 millones de toneladas de uso de carbón estándar. Los nuevos proyectos de tratamiento de residuos tratarán 10 millones de metros cúbicos de aguas residuales.
El gobierno estableció el objetivo de reducir el consumo de energía en 20 por ciento por cada 10.000 yuanes (1,464 dólares USA) del producto interno bruto (PIB) entre el 2006 y el año 2010.
En los tres años previos al 2008, el consumo de energía por unidad del PIB bajó 10,1 por ciento, indicó el Consejo de Estado. Eso significa un ahorro de 300 millones de toneladas de carbón estándar y la reducción de emisiones de dióxido de carbono en 750 millones de toneladas.
Las emisiones de dióxido de azufre en el mismo período disminuyeron 8,95 por ciento, y la demanda de oxígeno químico (COD), una medida de la contaminación del agua, se redujo 6,61 por ciento.