Para Tibet, región dominada por el cruel, bárbaro y atrasado régimen feudal de siervos en los mediados del siglo XX, el 28 de marzo de 1959 fue un día conmemorable. En ese día, el Premier del Consejo de Estado de la República Popular China, Zhou Enlai, firmó la orden del Consejo de Estado sobre disolver el gobierno local de Tíbet y se liberaron desde entonces millones de siervos tibetanos, lo que es considerado un acontecimiento de importante y gran significado en la historia mundial de derechos humanos.
En esa sociedad en que millones de siervos no tenían libertad personal, todas las tierras cultivables, pastos, bosques, montañas, ríos, esteros,así como la mayor parte de los ganados, eran poseídas por familias nobles, monasterios budistas y pequeños terratenientes, los cuales sólo ocupaban menos del cinco por ciento de la población total. La masa de siervos y esclavos, atados a las tierras de sus dueños, se ganaban la vida haciendo incondicionalmente servicios y trabajos para el gobierno local de Tíbet y los propietarios. No poseían libertad personal, ni posición social, ni tenían garantizados en lo básico sus derechos humanos. Sus hijos, al nacer, eran registrados como ganado perteneciente a los propietarios. En aquel entonces, Tíbet era una de las regiones del mundo en que más se pisoteaban los derechos humanos.
En los años cincuenta del siglo pasado finalizó esa sociedad feudal de siervos que dominó Tíbet durante más de mil años. Esta guerra abolicionista liderada por el Partido Comunista de China destruyó por completo el último régimen feudal de siervos.
La reforma democrática que tuvo lugar desde el 28 de marzo de 1959, recuperó radicalmente los derechos a la existencia y al desarrollo de millones de siervos, los que constituían más del 95 por ciento de la total población tibetana, y afirmó efectivamente que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. En este sentido, podemos decir que la reforma democrática, considerada como una de las reformas sociales más amplias, profundas y grandiosas en la historia de los derechos humanos, fue un acontecimiento memorable.