La historia recordará para siempre el año 1959, en el cual el Tíbet logró su renacimiento gracias a la implementación de la reforma democrática. La población tibetana obtuvo una emancipación y libertad nunca disfrutadas. A partir de ese momento, esta tierra cálida en la meseta nevada ha registrado un desarrollo primero acelerado y más tarde a saltos, marchando de la estabilidad básica al orden y la paz duraderos.
Volumen económico global
Antes de la reforma democrática, las relaciones de producción atrasadas impidieron seriamente el desarrollo de las fuerzas productivas. En 1959, el valor total de la producción del Tíbet fue sólo de 174 millones de yuanes, un promedio per cápita de 142 yuanes.
La supresión del sistema feudal de servidumbre emancipó e impulsó enormemente las fuerzas productivas. En 2007, dicho valor ascendió a 34 mil 219 millones de yuanes. Calculado según precios cotizables, aumentó en 59 veces respecto a 1959, con una tasa de crecimiento anual de 8,9 por ciento .
Antes de la reforma democrática, la producción agropecuaria del Tíbet era muy baja. La vasta siembra daba una pobre cosecha equivalente sólo a 4-5 veces la cantidad de las semillas. En las áreas de pastoreo, la tasa de mortalidad del ganado mantuvo siempre un nivel alto, mientras el número de animales enviados al matadero registró constantemente un nivel bajo. En caso de calamidades de nieve, los campesinos y pastores no pudieron incluso obtener suficientes vestidos y alimentos, a pesar de sus arduos esfuerzos de todo un año.
Hoy día, la producción agropecuaria local ha acusado cambios hacia una dotada de alta eficiencia, conveniente a la protección ecológica, de gran envergadura y capaz de realizar procesamiento avanzado. En 2007, el rendimiento de cereales de la región alcanzó a 364 kilos por mu. La elaboración avanzada de productos agropecuarios se desarrolla viento en popa y un grupo de marcas famosas dispone de extensos mercados dentro y fuera del Tíbet. En 2007, el ingreso neto per cápita de los campesinos y pastores ascendió a 2.788 yuanes, manteniendo un incremento de dos dígitos en 5 años consecutivos.
La industria moderna del Tíbet, partiendo de la nada desde la reforma democrática, se ha robustecido progresivamente. Las estadísticas revelan que el volumen industrial global se ha fortalecido sin cesar. El valor agregado de la industria se multiplicó por más de 171 veces en el período comprendido entre 1959-2007. En la actualidad, se ha formado de modo preliminar un sistema de producción industrial con las ramas ventajosas, tales como la minería, la industria de materiales de construcción, la artesanía étnica y la farmacia tibetana, como pilares y con peculiaridades tibetanas.
El desarrollo de la industria terciaria ha operado cambios titánicos y estremecedores en comparación con antes de la reforma democrática. Pongamos la industria turística como ejemplo. En 2007, el Tíbet atendió a un total de 4,02 millones de turistas, con una alza de 60 por ciento respecto al año anterior, obteniendo un ingreso de 480 millones de yuanes en este sector, con un incremento de 73,3 por ciento y equivaliendo al 14,2 por ciento del PIB regional. Como uno de los pilares, la industria turística ha mostrado un desarrollo “explosivo”, impulsando simultáneamente el veloz crecimiento de los servicios alimentario, hotelero y logístico.