El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas concluyó el miércoles su primera revisión del registro de los derechos humanos de China, reconociendo los esfuerzos realizados por el país en la protección de los derechos humanos.
La revisión, realizada en la cuarta sesión de la Revisión Periódica Universal (UPR) en Ginebra, atrajo mucha atención desde que el mecanismo fuese lanzado formalmente en abril de 2008.
Algunos países de Occidente y varias organizaciones no gubernamentales habían planeado censurar el registro de los derechos humanos de China en la sesión y los medios de comunicación occidentales también siguieron de cerca la revisión.
Sin embargo, el consejo de 47 miembros reconoció los esfuerzos realizados por China para la protección de derechos humanos en el informe de revisión aprobado el miércoles, y recomendó a China compartir con la comunidad internacional, en particular los países en vías de desarrollo, su experiencia en la promoción del desarrollo de los derechos y la reducción de la pobreza.
Valery Loshchinin, representante de Rusia ante la ONU en Ginebra, dijo que está impresionado por "el gran paso hacia adelante" de China en el campo de derechos humanos, en particular en la vida social y económica.
"Especialmente la reducción de la pobreza, lo cual es muy difícil de hacer en un país tan grande y con tanta población", dijo Loshchinin.
Un representante de Pakistán calificó los logros de China como "sin precedentes" ya que consiguió sus metas "dentro del periodo de una generación, mientras que otros países podrían necesitar cien años".
El representante de Gabón dijo que la revisión provee "una oportunidad para que China muestre su progreso".
En un diálogo interactivo de la revisión, representantes de 60 países expresaron sus opiniones sobre China, entre los cuales casi 50 países expresaron su apreciación al rápido crecimiento de China, especialmente en los campos de la política, la economía, el desarrollo social, la cultura, la democracia y el sistema legal.
Varios países, entre ellos Pakistán, Argelia y Sri Lanka, se opusieron firmemente a politizar la revisión de los derechos humanos, subrayando que el Tíbet es una parte inalienable de China.
Dijeron que el Tíbet y otros temas relacionados presentados por un pequeño número de países son en efecto una interferencia en los asuntos internos de China.
Los representantes de Egipto, Libia, México, Arabia Saudí, Cuba, Venezuela y Brasil, entre otros, también elogiaron el informe chino sobre los derechos humanos, calificándolo de "constructivo, transparente y abierto".
El jefe de la delegación nepalí, Dinesh Bhattarai, también valoró el papel de China y su contribución al Consejo de los Derechos Humanos para "hacerlo transparente, no-político y no-selectivo".
De hecho, la revisión de la ONU sobre los derechos humanos no sólo presenta los logros chinos ante el mundo, sino también muestra la confianza del país en la causa de los derechos humanos.