El periódico Guangming, uno de los más influyentes de China, afirma en su edición del fin de semana que la región autónoma del Tíbet disfruta de una marcada prosperidad económica en la actualidad, que el Dalai Lama y sus seguidores están tratando de sabotear.
En un nuevo capítulo de su serie sobre el establecimiento del Día de la Emancipación de los Siervos (28 de marzo), el diario afirma que el Tíbet ha sido testigo, en las últimas décadas, de un muy profundo y rápido cambio y progreso social, gracias a las políticas y medidas adoptadas por el gobierno central chino para promover el desarrollo económico y social en la meseta.
En 1994, el gobierno central decidió acelerar el desarrollo económico en la región con el lanzamiento de un paquete de estímulo para 62 proyectos infraestructurales. En 2001 y 2006, el número de proyectos de este tipo se incrementaron a 117 y 180, respectivamente.
Ahora, estos esfuerzos han traído frutos. En 2008, el producto interno bruto (PIB) del Tíbet ascendió a 39.200 millones de yuanes (5.700 millones de dólares), un incremento del 10,1 por ciento frente al año anterior.
Además, los ingresos medios per cápita de campesinos y pastores en el mismo año se situaron en 3.170 yuanes, cifras absolutamente increíbles en el pasado, cuando los tibetanos estaban sometidos al control estricto del régimen religioso y a un cruel sistema de servidumbre.
Aun así, el Dalai Lama y sus seguidores instigaron disturbios en la región en los años 80 del siglo pasado y en 2008. Ante esta situación, dice el periódico, es indispensable continuar luchando contra él y su camarilla así como las fuerzas secesionistas, para garantizar la seguridad en el Tíbet.
La Asamblea Popular de la región autónoma del Tíbet, parlamento regional, aprobó el lunes pasado un proyecto para declarar el 28 de marzo como el "Día de la Emancipación de los Siervos" por ser la fecha en la cual un millón de siervos tibetanos lograron la libertad hace cinco décadas. Fin