La Conferencia sobre el Trabajo Económico Central de China se inauguró hoy lunes en Beijing con el objetivo de determinar las tareas económicas para 2009, en medio de los esfuerzos por compensar los impactos adversos de la crisis financiera global y mantener el estable y sano crecimiento económico del país.
Analistas locales esperan que la reunión de este año elabore estrategias específicas y resoluciones para solventar los problemas que China afrontará el próximo año, incluidos los riesgos de la desaceleración económica, las dificultades de las pequeñas y medianas empresas y la transformación del patrón del crecimiento económico.
Según los analistas, el crecimiento económico del país se mantendrá en el 9 por ciento durante todo el año, en comparación con la expansión del 11,4 por ciento del año pasado.
El pasado 28 de noviembre, el presidente chino Hu Jintao anunció que la prioridad de la nación en la agenda del desarrollo económico para el próximo año es mantener un "crecimiento estable y relativamente rápido".
Asimismo, el mandatario señaló que el país buscará el año que viene un crecimiento "integral y sostenible" con énfasis puesto en la calidad y eficiencia, al tiempo que se esforzará por combinar mejor el "mantenimiento del crecimiento, la reactivación de la demanda interna y la reestructuración de la economía".
Hu también manifestó que el país continuará aplicando las políticas fiscal proactiva y monetaria moderadamente floja, adoptadas a mediados de noviembre en respuesta a la propagación de la crisis financiera. Se trata de una transición desde las políticas fiscal "prudente" y monetaria "estricta", cuyo objetivo era frenar la inflación y prevenir el sobrecalentamiento.
Hasta el momento, China ha logrado mantener el crecimiento económico estable y relativamente rápido, a pesar de varios contratiempos como el temporal de frío de invierno pasado, el fuerte terremoto del 12 de mayo y los recientes sobresaltos de la crisis financiera global. En los primeros tres trimestres del año, el crecimiento económico de China fue del 9,9 por ciento respecto al mismo período del año pasado.
No obstante, en los últimos meses, a medida que el impacto de la crisis financiera global se comenzaba a percibir, surgieron preocupaciones por una posible desaceleración. También causó inquietud el hecho que el crecimiento económico interanual del país en el tercer trimestre se redujera al 9 por ciento, el ritmo más lento de los últimos cinco años, debido a la caída de la exportación e inversión.
Con el objetivo de apuntalar la economía, el Consejo de Estado (gabinete de China) anunció el pasado 9 de noviembre un paquete de estímulo económico por valor de 4 billones de yuanes (570.000 millones de dólares), que junto a la macropolítica proactiva contribuirá a expandir la demanda interna del país.
Además, el gobierno también tomó en el último mes una serie de decisiones poco comunes con el mismo fin, como la aprobación de proyectos de inversión por miles de millones de dólares, el incremento de la devolución de impuestos a la exportación en tres ocasiones en la segunda mitad del mes, y la aplicación de importantes recortes de los tipos de interés.
Está previsto que durante este encuentro de tres días de duración se tomen más medidas de este tipo, para mejorar la capacidad del país de hacer frente a la crisis financiera.
La Conferencia sobre el Trabajo Económico Central de China, un evento iniciado hace más de una década y establecido como un mecanismo esencial por el Comité Central del Partido Comunista de China y el Consejo de Estado, se celebra a finales de cada año.