Las últimas tres décadas desde que China implantase su exitosa política de reformas y apertura demuestran que un país puede disfrutar de un desarrollo sostenible sin tener que copiar modelos occidentales, afirmó el que fuera primer vicepresidente alemán de la empresa Shanghai Volkswagen.

"Hoy día, China atrae más atención de muchos países recién industrializados, porque ha demostrado que un modelo de desarrollo diferente al occidental puede tener éxito", afirmó Martin Posth en una entrevista concedida recientemente a Xinhua.

El ex ejecutivo del sector automotriz viajó por primera vez a China en 1984 para visitar una fabricante de automóviles de Shanghai que había firmado un acuerdo de empresa mixta con Volkswagen.

Después de ver a los trabajadores chinos dando martillazos a láminas de hierro en las cadenas de producción, a Posth le surgieron dudas sobre si la planta podría alguna vez llegar a producir automóviles. Pero en esa época, Shanghai era el único lugar de China que podía producir automóviles en cadena, aunque la producción estaba estancada.

En 1978, China decidió desarrollar su propia industria automotriz, para lo que comenzó a buscar socios extranjeros. Las principales productoras como General Motors, Ford, Toyota y Volkswagen comenzaron a enviar delegaciones a China para negociar posibles empresas mixtas.

Al final, Volkswagen fue la elegida como socio para la empresa mixta con China, y en 1985 se fundó Shanghai Volkswagen.

Había muchos retos por delante en aquella época, recordó Posth, pero él seguía confiando en el potencial de China.

Posth aseguró que podía sentir la determinación del pueblo, que esperaba grandes reformas de China, y que eso le impulsó a ayudar al país. Una vez que el país entró por el buen camino, el pueblo chino pudo lograr grandes avances, afirmó Posth.

"La gente trabajaba mucho cada año, y ahora podemos ver esas mejoras", dijo.

Posth se fue de China en 1988, después de situar a la Shanghai Volkswagen en el buen camino.

Veinte años después, Shanghai Volkswagen, la primera empresa mixta de producción de automóviles de China, produjo su vehículo número cuatro millones, lo que supuso todo un récord en la industria automotriz de China.

Posth afirmó que China aún tiene muchos retos por delante, como la diferencia entre ricos y personas con menos recursos, una cada vez mayor población anciana, y los conflictos entre el uso de las energías y la protección del medio ambiente.

"Para resolver estos problemas, el gobierno chino tiene que trabajar mucho", concluyó Posth. Fin