China ha intensificado la lucha contra la corrupción y el control disciplinario entre los funcionarios públicos desde que el país adoptó la política de reforma y apertura hace 30 años, informaron hoy fuentes oficiales.
Para garantizar que las principales políticas del gobierno central se aplican de forma rigurosa a todos los niveles, el Ministerio de Supervisión, junto a otros departamentos pertinentes, ha trabajado con firmeza para evitar la comisión de actividades ilícitas.
En octubre de 2006, por ejemplo, la citada cartera y el Ministerio de Tierras y Recursos lanzaron una campaña para revisar los casos relacionados con el uso ilegal de tierras en todo el país. Cuando concluyó la iniciativa en junio de este año, un total de 3.733 funcionarios resultaron sancionados, de ellos 2.393 llegaron a ser procesados.
Funcionarios gubernamentales y directores de empresas de propiedad estatal recibieron penas por abuso de poder y negligencia en el ejercicio de sus obligaciones. En agosto de 2005 se puso en marcha una campaña para terminar con la práctica por parte de algunos de estos individuos de comprar acciones en minas de carbón. Con ella se ha castigado hasta ahora a 148 personas que cometieron irregularidades en estos negocios por valor de 709 millones de yuanes (103 millones de dólares).
En un nuevo intento de evitar prácticas corruptas, los departamentos de supervisión y tierras y recursos introdujeron un mecanismo de concurso público para la determinación del uso de tierras y derechos de explotación minera desde 2004.
El pasado mes de septiembre, se estableció, además, el Buró Nacional de Prevención de Corrupción, un organismo que ha favorecido los esfuerzos del país en la lucha contra la corrupción. Fin