El tránsito de una carretera que comunica al Tíbet con la vecina provincia de Sichuan fue interrumpido ayer martes por segunda vez en un mes, como consecuencia de un corrimiento de tierra provocado por lluvias torrenciales.
Hasta el momento no se han emitido informaciones sobre víctimas a causa del incidente, ocurrido la madrugada de ayer martes.
Más de 20.000 metros cúbicos de lodo y rocas cayeron desde una montaña al borde del camino, cubriendo una sección de 100 metros de longitud de la carretera Sichuan-Tíbet en el distrito de Bomi, ubicado en la parte oriental de la región autónoma china del Tíbet, según Chen Jun, jefe de una estación de la policía armada responsable de las reparaciones de las carreteras de la zona.
La policía de tránsito erigió barricadas a más de 80 kilómetros de distancia.
Es la segunda vez en el último mes que un corrimiento de tierra de grandes proporciones afecta el tráfico en la citada vía, que había sido reabierta el 4 de septiembre, después de 94 horas de reparaciones.
Desde junio pasado, el inicio de la estación lluviosa en la parte oriental del Tíbet, frecuentes lluvias han azotado la región y causado casi 100 corrimientos de tierras menores y derrumbes de la carretera.
Efectivos militares están limpiando la sección bloqueada en medio de las lluvias, y el tráfico será reabierto en unos tres días, según las autoridades.