Entre tres y cinco habitantes de Beijing, la capital china, se quejaron en la mañana de hoy lunes ante varios periodistas extranjeros sobre la compensación recibida de parte del gobierno por la demolición de sus viviendas.
El incidente se produjo hacia las 10:30 horas, cuando personal de una cadena de televisión japonesa grababa algunas escenas frente a la sucursal del restaurante Quanjude en la calle Qianmen, en el centro de Beijing, el más grande restaurante de pato asado de la ciudad.
Poco después, periodistas de la agencia AP y la televisora árabe Al Jazeera llegaron al lugar tras enterarse de la congregación, que causó un atasco de tráfico.
La policía acudió al sitio para mantener el orden, y la multitud se dispersó alrededor de las 11:00 horas.