La cifra de muertes por el terremoto sólo en la provincia de Sichuan había superado los 21.500, mientras que otras 14.000 personas seguían atrapadas entre los escombros hasta las 16:00 horas de ayer.
Cuatro días después del mortal terremoto, algunas personas han sido rescatadas y otras han fallecido. Pero algunas de sus voces siguen conmoviendo a mucha gente.
"Por favor, permítanme salvar a otro niño. Puedo salvar a uno más!"
Cuando los soldados estaban rescatando a escolares sepultados entre los escombros de la escuela primaria que se derrumbó en Mianzhu de Sichuan, los escombros fueron sacudidos por un fuerte temblor réplica y se ordenó a los rescatadores que salieran del área. Un soldado que acaba de sacar a un niño se arrodilló y estalló en lágrimas.
"Papá sálvame. Estoy viva."
El médico Hao Xingjun de 36 años de edad del poblado Nanba en Mianyang nunca olvidará las últimas palabras de su hija Luyan. Él decidió salvar primero a los hijos de otros y cuando volvió a buscar a su hija sepultada, la voz de la niña de seis años de edad ya se había desvanecido. Sosteniendo fuertemente la mochila de Luyan, observó completamente pasmado cuando el cuerpo de su hija era sacado de los escombros.
"Mi querido bebé, perdona a mamá"
Nie Xiaoyan abrazaba el cuerpo de su hijo llena de lágrimas. La maestra del jardín de niños del distrito Yingxiu en Wenchuan salvó a dos niños cuando ocurrió el terremoto, pero su propio hijo, de tres años de edad, murió. Ella envolvió al niño muerto con un edredón nuevo y limpió el polvo de sus mejillas, tan suavemente como si el niño fuera a despertar.
"La gente de las regiones afectadas por el terremoto son más miserables que yo. Incluso sus vidas están en juego"
En el distrito de Jiangning, provincia nororiental de Liaoning, un mendigo de cabello encanecido de unos 60 años de edad donó el jueves por la mañana cinco yuanes para la gente afectada por el terremoto y se alejó caminando balanceándose. Por la tarde, el hombre cubierto por un abrigo azul se presentó nuevamente con otros 100 yuanes y colocó el dinero en una caja de donación.
"Sacrificaría mi propia vida a cambio de que mamá reviviera".
Con los medicamentos donados por maestros y compañeros, Ge Jun de la Universidad Normal del Sur de China en Guangzhou se dirigía hacia su tierra natal, Beichuan, de Sichuan, donde su madre Song Rong desapareció después del terremoto. La última vez que el chico escuchó la voz de Song fue el Día de las Madres. En su teléfono celular tiene una foto: su madre sonriendo felizmente cuando estrechaba a los dos primos de Ge.
"Hoy cumplo 20 años de edad. Nunca olvidaré este día"
Jiao Zhengjiao se quedó atrapado bajo los escombros de un edificio habitacional en Dujiangyan. Ella pidió a Ye Jianqing, subdirector del departamento de rescate de emergencia del Buró Sismológico de Zhejiang que limpiara el polvo de su rostro para celebrar su vigésimo cumpleaños. La mujer fue rescatada al día siguiente, 54 horas después del terremoto.
"No estoy preocupado. Por favor salven a otros primero"
En las ruinas de la escuela primaria Qushan en Beichuan, el rescatador Zhu Yunneng encontró a un niño cubierto de sangre tendido sobre varios cuerpos. Cuando Zhu estiró su brazo, el niño lo rechazó y aceptó ser rescatado horas después, cuando otros diez niños fueron sacados.
"No me iré"
Bajo una placa de cemento, Xiang Xiaolian de 13 años de edad y estudiante de la Escuela Secundaria Xuankou de la ciudad de Chongzhou, vecina de Wenchuan, se quedó en coma después del terremoto hasta que su compañero de clases Ma Jian la despertó. "Por favor, quédate a mi lado hasta que muera. No me dejes", lloró inconsolablemente la chica. Ma aceptó y empezó a remover la placa con sus propias manos. Cuatro horas después, Xiang fue liberada en tanto que las manos de Ma quedaron sumamente lastimadas.
"Hiciste una promesa. No puedes romper tu palabra"
Xiao Xue y Xiao Ya quedaron sepultadas cuando el terremoto derribó su escuela, la Escuela Secundaria Xiang'e de Dujiangyan. En medio de la oscuridad, las niñas se cogieron de las manos, alentándose y prometiendo nunca darse por vencidas. Cinco horas después, Xiao Xue de 15 años de edad fue rescatada, mientras que Xiao Ya ya había fallecido.