La policía del Tíbet ha detenido a 953 sospechosos de haber participado en los disturbios ocurridos el 14 de marzo en Lhasa, capital de la región autónoma del Tíbet ( en el suroeste de China), anunció hoy Qiangba Puncog, presidente del gobierno del Tíbet.

Entre los detenidos, 403 fueron arrestados formalmente, señaló Qingba Puncog en una conferencia de prensa de la Oficina de Información del Consejo de Estado (gabinete central).

Un total de 362 personas se entregaron a las autoridades encargadas de la aplicación de la ley, y 328 de ellos que cometieron delitos menores y mostraron voluntad de cooperar ya han sido puestos en libertad.

La policía ha incluido a 93 sospechosos en una lista de los más buscados y ha detenido a 13 de ellos hasta el momento.

Después de detener los disturbios, el gobierno local ofreció asistencia médica oportuna a más de 380 heridos en los incidentes violentos y ofreció indemnizaciones a las familias de los 18 civiles inocentes fallecidos, declaró Qiangba Puncog.

El gobierno restableció con rapidez los servicios públicos afectados en los incidentes como el suministro de electricidad y las telecomunicaciones. Mientras tanto, los comercios dañados recibieron subvenciones del gobierno para compensar sus pérdidas durante los actos violentos.

"La vida de los ciudadanos de Lhasa ha vuelto a la normalidad", aseguró. Fin