Unas 600.000 personas visitaron ayer tumbas en los suburbios de la capital china de Beijing, casi el triple de la cifra de 189.000 el año pasado, de acuerdo con cálculos oficiales.
El 16 de diciembre, el Consejo de Estado (gabinete chino) modificó el calendario oficial de vacaciones del país para añadir tres festivales tradicionales -- Qingming, Duanwu y Zhongqiu-- en respuesta a la solicitud de la población. También cambió la duración de otras vacaciones.
El día de descanso oficial de hoy es por el Qingming o día de limpieza de tumbas.
El cambio está destinado a permitir que más gente honre a sus familiares muertos en un día, que de otro modo sería laborable. Por el momento, no se cuenta con cifras sobre las visitas a tumbas este año.
A diferencia de Beijing, muchos residentes de Shanghai, la mayor metrópoli de China y una de las ciudades más densamente pobladas, tienen que acudir a ciudades vecinas a visitar las tumbas de sus familiares.
El espacio para los muertos es incluso más solicitado en Shanghai que el espacio para los vivos, y los cementerios de la ciudad desde hace mucho tiempo dejaron de aceptar restos. Cada año, Suzhou, en la provincia de Jiangsu, recibe a 900.000 visitantes de tumbas provenientes de Shanghai.
El viernes es un día de remembranza en muchas áreas de China. En el distrito de Huangling, provincia de Shaanxi, 8.000 personas, entre ellas funcionarios de alto nivel, asistieron al servicio conmemorativo anual en la tumba de Huangdi, el legendario "Emperador Amarillo" chino.
El gobernador Yuan Chunqing pronunció un discurso en la reunión y expresó su deseo de que los Juegos Olímpicos de Beijing sean exitosos, que se lleve a cabo la reunificación de China y que el mundo se vuelva armonioso.
Los estudiosos dicen que Qingming ha preservado el "sentimiento" de ser chino a lo largo de generaciones.
"La cultura tradicional se ha enriquecido con nuevos espíritus en diferentes eras y allí reside el poder misterioso de la Cultura China", dijo Shi Aidong de la Academia de Ciencias Sociales de China, a Xinhua en una entrevista.
Qingming siempre es un día de recuerdos amargos para los residentes de Nanjing, la capital provincial de Jiangsu. El Salón Conmemorativo de la Masacre de Nanjing recibió a numerosos visitantes nacionales y a muchos de Japón.
"Nosotros que somos de la parte agresora de la guerra queremos expresar nuestro pesar por las víctimas en este día especial", dijo uno de los visitantes japoneses.
En diciembre de 1937, las tropas japonesas invasoras asesinaron a 300.000 soldados y civiles chinos en la ciudad, que entonces era la capital nacional. Muchos de los cuerpos nunca fueron sepultados apropiadamente y muchos de los chinos que visitaron hoy el salón conmemorativo no tuvieron tumbas que visitar.
Fuzhou, capital de la provincia de Fujian en el este de China, inauguró un monumento en honor de los miles de combatientes muertos en cumplimiento del deber desde 1949. Es el primer monumento de su tipo en el país.