Los disturbios ocurridos en Lhasa no socavarán la armonía entre diferentes grupos étnicos en el Tíbet, comentó ayer un tibetólogo.
"Más bien, yo pienso que la violencia cometida por unos cuantos infractores de la ley ha impulsado a la gente de cada grupo étnico a acercarse entre sí", señaló Lian Xiangmin, director de la Oficina de Proyectos de Investigación del Centro de Investigación en Tibetología de China, durante una conferencia de prensa.
Lian dijo que se enteró de que la violencia no solamente fue contra personas del grupo étnico Han sino también contra tibetanos.
Durante los disturbios del 14 de marzo, cinco trabajadores murieron calcinados en una tienda de ropa en Lhasa en manos de la pandilla. Cuatro de ellos eran Han, y el quinto era un tibetano.
"También escuchamos historias de que gente de diferentes grupos étnicos salvaron la vida de otros durante el alboroto", declaró Lian.
Mencionó que Losang Cering, un médico tibetano sufrió la fractura del pómulo y una conmoción cerebral por salvar la vida de un niño Han de los agitadores que atacaron su ambulancia el 14 de marzo.
"Pienso, con base en este incidente, que la gente, incluyendo los tibetanos, tendrán una verdadera imagen de la camarilla del Dalai, de que ellos no vacilan para utilizar la violencia con tal de lograr su objetivo de la llamada 'independencia del Tíbet'", afirmó Lian.
La camarilla del Dalai encabezado por el XIV Dalai Lama, está integrado por el llamado gobierno tibetano en el exilio y organizaciones que apoyan la "independencia del Tíbet", señaló, cuando se le pidió definir al grupo.
Lian dijo que el Dalai Lama: "aparece como un seguidor de la no violencia. Respecto a si él es un terrorista, principalmente vemos si está involucrado en actividades terroristas".
El experto también expresó su profunda decepción por los monjes que participaron en los disturbios.
"Se supone que los monjes siguen el principio de la no violencia del Budismo. Su participación en los disturbios violó las enseñanzas del Budismo", mencionó Lian.
Pero hay personas detrás de esos monjes, dijo. "Los monjes tibetanos tienen la tradición de reverenciar al Buda viviente Dalai Lama, pero no a un individuo como el XIV Dalai Lama. Sin embargo, algunas personas con motivos ocultos se aprovecharon de la fe y la confianza de los monjes en sus maestros religiosos y los incitaron a involucrarse en los disturbios".
Lian comentó que el gobierno ha estado aplicando políticas destinadas a ayudar al pueblo tibetano a mantener una buena vida. Eso ha conducido a un rápido crecimiento económico y al mejoramiento de los niveles de vida de la población desde la década de 1980, explicó.
El gobierno no cambiará su política hacia la religión ni su postura de que la religión debe mantenerse apartada de la política, afirmó en la misma conferencia de prensa el profesor Tanzen Lhundrup, subdirector del Instituto de Estudios Sociales y Económicos del Centro de Investigación en Tibetología de China.