Chinos de ultramar condenaron enérgicamente los recientes disturbios en Lhasa, ciudad capital de la Región Autónoma de Tíbet de China, los cuales fueron instigados por el exiliado Dalai Lama.
La Asociación de Chinos de Ultramar en Cote d'Ivoire dijo en un comunicado que la transmisión de los disturbios ha demostrado que el Dalai Lama no es un simple personaje religioso sino un político exiliado dedicado a actividades para separar a China.
El comunicado dijo que los chinos de ultramar en el país occidental africano apoyan firmemente los esfuerzos del gobierno chino para restaurar la estabilidad social en Tíbet y salvaguardar la soberanía e integridad territorial de China.
La Asociación Checo-China para la Promoción de la Reunificación Pacífica y otras siete asociaciones china s en ultramar dijeron que no tolerarán la violencia criminal y que respaldan fuertemente los esfuerzos necesarios realizados por el gobierno en la salvaguarda de la unidad nacional, manteniendo la estabilidad social en Tíbet y oponiéndose a las actividades secesionistas para la independencia de Tíbet. También pidieron al gobierno chino que castigue a esos criminales de acuerdo con la ley.
Zhou Guangming, presidente honorario del Consejo Australiano para la Promoción de la Reunificación Pacífica de China, dijo que se sintió indignado al mirar los disturbios de Lhasa en la televisión.
El incidente fue organizado por la camarilla de Dalai y otras personas que tienen motivos ulteriores, dijo Zhou, agregando que quisieron armar alboroto antes de la apertura de los Juegos Olímpicos de Beijing con la intención de dividir a China.
Es absolutamente correcto que el gobierno chino sofoque los disturbios de acuerdo con la ley, dijo.
Después de los disturbios de Lhasa, algunos occidentales hicieron comentarios perversos y hasta discriminados sobre los hechos, que Zhou calificó como incorrectos.
Fueron todavía más allá al tratar de politizar las Olimpíadas de Beijing y boicotearlas, dijo Zhou.
Los chinos de ultramar apoyan firmemente las medidas emprendidas por el gobierno chino con objeto de mantener la estabilidad en Lhasa, agregó.
Lu Junhong, vicepresidente de la Asociación Australiana de la Comunidad de Chinos, dijo que el gobierno debe castigar a los alborotadores en una forma enérgica y salvaguardar la estabilidad nacional.
Dijo que los chinos de ultramar tienen la obligación y el deber de decir la verdad acerca de los disturbios a la gente de los países donde residen para que no sean influenciados por reportes distorsionados que difaman a China.
Los chinos de ultramar apoyan sinceramente los esfuerzos pacíficos de reunificación de China y no permitirán nunca que ocurra cualquier maniobra para dividir China.
Zhang Zhiguang, presidente de la Cámara de Comercio China- Bulgaria, dijo que los disturbios de Lhasa fueron organizados, premeditados, conspirados e incitados por elementos que buscan la "independencia de Tíbet".
El incidente causó severos daños a las vidas y propiedades de la gente de todos los grupos étnicos en Tíbet, dijo.
Si el gobierno chino hubiera permitido las feroces acciones de los alborotadores, habría sido imposible que pudiera garantizar el orden social normal y la vida pacífica de la población ahí, dijo.
Zhang elogió la medida del gobierno chino para revelar los verdaderos hechos sobre el incidente y desmentir algunos reportes infundados de medios extranjeros y acusaciones malintencionadas.
Dijo que Tíbet es una parte inalienable del territorio chino en la historia, agregando que cualquier intento para dividir China fracasará.
"Los hombres de negocios chinos en Bulgaria están firmemente comprometidos con la reunificación e integridad territorial de nuestra patria nativa, apoyan todos los esfuerzos realizados por el gobierno chino para alcanzar esa meta, y esperan que los disturbios no afecten los próximos Juegos Olímpicos de Beijing", dijo Zhang.
Además, el portal de internet de BBC China y la edición europea de Singtao Daily también difundieron la verdad sobre los disturbios de Lhasa, citanto a la agencia de noticias Xinhua de China.
