El gobierno regional de Tíbet dijo que hasta las 10 p.m de hoy miércoles, la cantidad de gente que se ha entregado a la policía por su participación en los disturbios de Lhasa, en los que murieron 13 civiles inocentes, aumentó a más de 170.
La mayoría de la gente que se entregó a las autoridades legales señalaron que sólo cometieron delitos menores. Algunos indicaron que fueron incitados por otros violadores de la ley y algunos que fueron obligados a participar, según el gobierno.
Las autoridades regionales de aplicación de la ley del Tíbet emitieron un aviso el sábado, en el que pidieron a los violadores de la ley de los disturbios del viernes que detuvieran las actividades delictivas y ofrecieron indulgencia a los que se entregaran.
Los disturbios surgieron en la meseta la tarde del viernes. Los alborotadores mataron a 13 civiles e incendiaron más de 300 lugares y atacaron escuelas, bancos, hospitales, comercios, oficinas de gobierno, instalaciones y oficinas de medios de comunicación estatales.
Según el departamento de comercio de la región, las pérdidas por los disturbios han superado los 200 millones de yuanes (alrededor de 28,3 millones de dólares USA) hasta esta noche.