Respuesta: En los 1990 algunas compañías extranjeras de venta directa comenzaron a entrar en China. Pero debido al pobre desarrollo del mercado local y la imperfección de las ordenanzas de administración pertinentes, la venta directa fue degenerando en venta piramidal bajo diversos disfraces. Recurriendo a la publicidad falsa, algunas entidades e individuos desaforados formaron redes interpersonales cerradas, cobraron altas tarifas de afiliación para amasar riquezas y sedujeron a la gente a unirse a la venta piramidal. Hasta hubo quienes a través de esta venta se entregaron a la superstición, sociedades secretas, estafas de precios y venta de productos falsificados, adulterados o de mala calidad entre otras actividades ilícitas. Además de perturbar el orden económico normal y perjudicar los intereses de las masas populares, esto afectó gravemente a la estabilidad social. En abril de 1998, tomando en cuenta este estado de cosas, el gobierno decidió prohibir la venta piramidal e intensificó el golpe.
China presta suma importancia al cumplimiento de sus compromisos que asumió ante la OMC en el momento de su incorporación a ésta. A finales de 2004 anunció la abolición de las restricciones a la venta al por mayor y la por menor sin lugares fijos de los capitales extranjeros y, en septiembre de 2005, promulgó el Reglamento de Administración de la Venta Directa y el Reglamento de Prohibición de la Venta Piramidal. Este último entró en vigencia un mes antes que aquél, con el propósito de ordenar el ambiente del mercado, revisar las empresas de venta directa y ver si tenían antecedentes de infracción graves.
Para garantizar al máximo los derechos e intereses legales de los empleados de venta directa y los consumidores, China toma las experiencias de supervisión y control de algunos países y regiones como referencia. El Reglamento de Administración de la Venta Directa deja establecidos tres regímenes:
Primero, régimen de devolución de mercancías compradas. El empleado de venta directa o el comprador tiene derecho de devolver la mercancía comprada no abierta, dentro de 30 días a contar de la compra y mostrando la factura o comprobante de compra expedido por la empresa de venta directa, a esta empresa o su sucursal, al punto de servicio de la misma empresa en la localidad o al empleado de venta directa que la vendió. Estos últimos deben tramitar la devolución y cambio dentro de siete días según el precio indicado en la factura o comprobante de compra.
Segundo, régimen de revelación de la información. Tomando en cuenta lo encubierta que es la venta directa, así como la asimetría de información entre la empresa de esta venta y sus vendedores y entre el vendedor y el consumidor, el Reglamento estipula que la empresa debe establecer un régimen completo de registro y revelación de la información y ponerlo en práctica, para facilitar el conocimiento a tiempo de la información pertinente por parte del vendedor y el consumidor y su evitación de la trampa y también para facilitar la supervisión y control.
Y tercero, régimen de fianza. A fin de proteger a plenitud los derechos e intereses legales del consumidor, prevenir que la empresa de venta directa o su vendedor incumpla la obligación de aceptar la mercancía devuelta, y asegurar que el consumidor realice el derecho de devolver la mercancía cuando la empresa o el vendedor no esté en capacidad de cumplir el deber de aceptar la devolución, el Reglamento estipula que la empresa debe abrir una cuenta especial en el banco señalado por el departamento estatal encargado y depositar la fianza con una suma de 20 millones de yuanes renminbi. El nivel de la fianza debe mantenerse en el 15% de los ingresos de venta de productos del mes anterior, pero sin exceder de los 100 millones de yuanes como máximo.
Para reforzar la supervisión y control del sector de venta directa, China también ha introducido un régimen de supervisión y control rigurosos, el cual no sólo podrá reducir los actos de violación de la ley y favorecer la garantía de los derechos e intereses legales del consumidor, sino que facilitará la gestión legal del sector referido y le permitirá embarcarse por el camino del desarrollo continuo, sano y benigno.
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