R: Sus preguntas son precisamente el
problema que seguimos con mayor atención. En efecto, bajo las
condiciones de la reforma y la apertura, debido a los cambios del
ambiente exterior y a las lagunas aparecidas en el viraje del
mecanismo institucional han tenido lugar fenómenos de corrupción en
el seno del PCCh. En particular, en muchos de los casos de
corrupción investigados y tratados en los últimos años, los
funcionarios del gobierno con poder y los miembros del partido
gobernante representan una gran proporción de las personas
involucradas. Esto muestra sin lugar a dudas que mientras más
tiempo está el PCCh en el poder, más ardua es si tarea contra la
corrupción. Si este problema no tuviera buena solución, afectaría
directamente a los resultados de su gobernación.
Mirando la historia de China y otros
países, es un fenómeno por regla de las dinastías feudales el que
“surgen rápido y decaen también rápido”. Desde los 1980, este
“ciclo histórico” apareció en los partidos comunistas gobernantes.
Algunos que habían estado en el poder por varias décadas hicieron
mutis y otros simplemente se extinguieron. La causa fundamental
eran los problemas surgidos en el seno del partido y el peor de
éstos era la corrupción de la esfera dirigente.
La corrupción es enteramente
incompatible con la naturaleza y el propósito del PCCh, para el
cual no hay otra opción que luchar contra dicho fenómeno. La
corrupción ha venido siendo el problema social que el pueblo sigue
con mayor atención, y también es una de las mayores amenazas a la
gobernación del PCCh. A fin de combatir la corrupción, desde los
1980 hasta el momento hemos formado algunos regímenes y hemos
conseguido notables resultados en el fomento del estilo del Partido
y de la moralización de la administración del gobierno y en el
trabajo contra la corrupción. Sin embargo, debido a la existencia
del suelo y condiciones convenientes al recrudecimiento de la
corrupción en ciertos ámbitos, aparecen elementos corruptos sin
cesar. Esto nos advierte que la causa fundamental de la corrupción
existente en algunos lugares y entidades del Partido es la
supervisión ineficiente sobre el poder. Y para hacer valer esta
supervisión hay que reglamentar con rigor el sistema institucional
y se debe apoyar en éste para combatir la corrupción y fortalecer
la supervisión en el seno del Partido.
Desde hace más de diez años, para
eliminar el suelo madre de la corrupción hemos venido explorando
métodos de fortalecimiento de la supervisión intrapartidaria,
formando una serie de sistemas, tales como la reunión de vida
democrática, el informe sobre el desempeño del cargo y sobre
trabajo honesto, la inspección, la conversación de superior a
inferior y la amonestación. Sobre esta base, en diciembre de 2003
se distribuyó a todo el Partido el Reglamento de Supervisión
Intrapartidaria del Partido Comunistas de China (experimental). Se
trata de la primera reglamentación institucionalizada de la
supervisión intrapartidaria del PCCh en términos de reglamento
interno. Así, el reglamento sienta pautas para los militantes del
partido gobernante, sobre todo para los cuadros dirigentes
miembros, en cuanto a cómo deben aceptar la supervisión de dentro y
fuera del Partido y de todo el pueblo.
A fin de resaltar e intensificar la
anticorrupción desde lo institucional, después de promulgar el
Reglamento de Supervisión Intrapartidaria, el PCCh promulgó, entre
otros, el Reglamento de Sanciones Disciplinarias en el Seno del
Partido, el Sistema de Inspección a los Cuadros Locales de Alto
Rango del Partido y del Gobierno, el Sistema de Administración
Vertical de la Supervisión sobre el Control Disciplinario de los
Departamentos y Comisiones Centrales, y el Programa de Aplicación
para el Establecimiento y Perfeccionamiento de Un Sistema de
Sanción y Prevención de la Corrupción con la Educación, el Régimen
y la Supervisión Puestos en Igual Plano, Acorde con el Sistema de
Economía de Mercado Socialista. Esta iniciativa marca la entrada de
la lucha contra la corrupción en una época de construcción
institucional.
Para administrar el país es preciso
antes que nada administrar el Partido y administrar los asuntos de
éste con rigor. En lo que es el PCCh, con 84 años de existencia
desde la fundación y con 56 años en el poder, para conservar por
siempre su carácter avanzado y su pureza, debe fortalecer con gran
esfuerzo la supervisión interna y administrarse a sí mismo con
rigor. En este sentido la anticorrupción es, desde el principio, un
problema trascendental que atañe a la vida o muerte del PCCh.
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