R: En un largo periodo posterior a
la fundación de la Nueva China en 1949, aplicamos invariablemente
el sistema de distribución de viviendas de bienestar a los
residentes urbanos, dentro del cual logramos en lo básico el
objetivo de bajo nivel de vivienda en el sentido de que todos
tuvieran vivienda sin no espaciosa.
Para China la comercialización y la
mercantilización de la vivienda es un eslabón indispensable del
viraje de la economía planificada a la economía de mercado
socialista. En 1998, tras introducir la reforma del sistema de
vivienda de propiedad pública en todo el país, se cambió la forma
de distribución de viviendas de bienestar y se la sustituyó por la
de monetización. Hasta la fecha, más del 80% de las viviendas
públicas vendibles en las zonas urbanas han sido vendidas a los
empleados, y en consecuencia las viviendas privadas de los
residentes han llegado al 72,8% del total. Al mismo tiempo, se ha
creado en lo preliminar un nuevo sistema de suministro de
viviendas. Bajo este sistema la construcción de viviendas
económicas de uso práctico ha cobrado progresos, ha arrancado el
sistema de viviendas de renta módica en las zonas urbanas, se ha
ido abriendo el segundo mercado de viviendas, se han desarrollado
con rapidez el servicio de intermediario de inmuebles y la
administración inmobiliaria, se ha establecido el sistema de
servicio del mercado de inmuebles en lo básico, y se ha
incrementado la inversión en bienes raíces por amplio margen, de
suerte que el sector inmobiliario con la vivienda como mercancía
principal se ha convertido en un pilar de la economía nacional.
Según experiencias de los países
desarrollados, la vivienda es un artículo de consumo relativamente
costoso. E incluso después de que China haya alcanzado un nivel de
vida modestamente acomodada en todos los aspectos, no todos los
ciudadanos estarán en condiciones de adquirir vivienda. Es así
porque siempre habrá grupos de bajos ingresos y grupos de
dificultad extrema que no puedan hacer tal por diversos motivos.
Por lo tanto, para asegurar que todos tengan vivienda en el proceso
de impulso activo de la reforma del sistema de vivienda, China ha
adoptado una serie de medidas de garantía conforme a las
condiciones nacionales.
Primero, implantar el sistema de
fondo de acumulación pública de vivienda. Corresponde a la entidad
empleadora y el empleado compartir el pago de la cuota y se exime a
éste del impuesto a la renta personal. Es un sistema de garantía
coactivo con el propósito de ayudar a los empleados de salario
normal a suplir la insuficiencia de la capacidad adquisitiva para
realizar el objetivo de comprar vivienda más pronto y más rápido, y
al mismo tiempo es un sistema de garantía de vivienda con mayor
cobertura de beneficio social que beneficia a casi a todos los
trabajadores asalariados. En la compra, aparte de emplear la
acumulación en la cuenta personal, el comprador puede aprovechar
también el fondo de acumulación pública para solicitar crédito de
compra de vivienda con tasa de interés preferencial.
Segundo, introducir el sistema de
garantía de semi comercialización para el grupo de bajo ingreso.
Significa principalmente que a través de la exención total o
parcial del importe de cesión de tierra o por medio de subsidios a
la cesión de tierra y exención total o parcial de impuestos, los
gobiernos locales estimulan a los promotores de inmuebles a
construir viviendas económicas de uso práctico o de renta módica, a
fin de garantizar la necesidad de vivienda de una parte del grupo
social de bajo ingreso.
Y tercero, introducir el modo de
garantía de no comercialización para el grupo difícil. Con respecto
a las familias de escasos recursos incapaces de comprar vivienda
económica, el gobierno les proporciona viviendas de renta módica, y
en cuanto a un reducido número de familias que ni siquiera pueden
pagar la renta, les otorga subsidio a modo de ayuda para garantizar
su necesidad vivienda.
A decir verdad, el progreso de la
reforma del sistema de vivienda y el establecimiento del sistema de
garantía de vivienda en las zonas urbanas con el fondo de
acumulación pública de vivienda, la vivienda económica de uso
práctico y la vivienda de renta módica como contenidos principales
han desempeñado un papel positivo en el mejoramiento de las
condiciones de vivienda y el ambiente del hábitat de los residentes
urbanos, en el impulso del crecimiento acelerado de la inversión y
el consumo y en el fomento del empleo en la sociedad. Al cierre de
2003, en China la superficie de vivienda por residente urbano
aumentó a 23,7 metros cuadrados, y la por residente rural a 27,2
metros cuadrados, de manera que el ambiente del hábitat mejoró
todavía más.
Por supuesto, dado que China es un
país de población numerosa, tierra escasa y recursos limitados, su
sistema de garantía de vivienda tendrá que aceptar durante largo
tiempo sólo un objetivo de bajo nivel y amplia cobertura. Nos es
imposible comparar con los países desarrollados en condiciones de
hábitat ni en nivel de garantía. Por otra parte, aun cuando hayamos
alcanzado un nivel de prosperidad social más elevado, tampoco
podremos estimular el consumo de viviendas de lujo ni asegurar que
todo el mundo tenga viviendas grandes que comprar, porque no
disponemos de tanta tierra y tantos energéticos para ello. La
práctica de economizar tierra y energía seguirá siendo el principio
fundamental y más importante de nuestra política de vivienda
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