R: Después de la fundación de la
Nueva China en 1949, como es de todos sabido, tomamos el camino del
igualitarismo. Como desenlace, todo el mundo se volvió pobre y el
desarrollo de las fuerzas productivas sufrió restricción durante
largo tiempo. Por consiguiente, ya a inicios de la reforma y la
apertura, China despedazó el igualitarismo, decidió permitir a una
parte de zonas e individuos prosperar antes y lo convirtió en una
política importante dedicada a incentivar el entusiasmo de las
masas populares por la producción.
Esta política refleja el estado
actual de las fuerzas productivas y las relaciones de producción de
China en la etapa primaria del socialismo, pero no contradice al
principio de equidad del socialismo, porque la pobreza no es
socialismo y éste sí se dedica a eliminar aquélla. Dejar a una
parte de zonas e individuos prosperar antes tampoco significa
buscar polarización. Hablando con franqueza, China todavía está
bastante atrasada con una población numerosa de 1.300 millones. Si
tomáramos el camino de la polarización, probablemente una minoría
de personas de ciertas zonas enriquecerían más rápido formando una
nueva burguesía, pero no llegarían al 1% de la población como
máximo; en cambio, la gran mayoría no se zafaría de la pobreza ni
podría encontrar solución al problema básico de ropa y
alimentación. Así, fracasaríamos si nuestra política llevara a la
polarización. Por lo tanto, ahora que estamos aplicando la política
de dejar a una parte de personas prosperar primero, resulta muy
importante tratar de modo acertado las relaciones entre los que
prosperan antes y los que lo hacen después y el problema de
prosperidad compartida. Al permitir a una parte de zonas e
individuos prosperar primero mediante el trabajo honrado y la
gestión legal, los estimularemos a impulsar a los otros a prosperar
también, para alcanzar así la prosperidad compartida de todo el
pueblo. La prosperidad compartida es el objetivo del socialismo y
también su esencia.
Actualmente, mientras una parte de
zonas e individuos han prosperado y el nivel de vida del pueblo se
ha elevado en general, es verdad que han surgido en cierto modo el
fenómeno de injusticia en la distribución del ingreso y la
ampliación de la brecha entre ricos y pobres. Consideramos que en
la etapa primaria del socialismo y en el proceso de la realización
de la prosperidad compartida, la existencia de la brecha de ingreso
y riqueza entre los miembros de la sociedad hasta cierta extensión
es inevitable y admisible, pero que si la brecha es demasiado
grande y no se corrige durante largo tiempo, esto mermará
inevitablemente el entusiasmo de la gran mayoría de personas y
afectará a la feliz marcha de la reforma. Por tal razón, nuestro
principio consiste en proteger el ingreso legal, regular el ingreso
excesivamente alto, abolir el ingreso ilegal, ampliar la proporción
de las personas de ingreso medio, elevar el nivel de ingreso de las
personas de ingreso bajo, acelerar el establecimiento de un sistema
de garantía que cubra toda la sociedad y, de acuerdo con el
concepto del desarrollo científico, diseñar un desarrollo
coordinado entre las zonas urbanas y las rurales, entre las
diversas regiones y entre la economía y la sociedad.
La prosperidad compartida es nuestro
objetivo. Permitir a una parte de zonas e individuos prosperar
primero es el camino real que llevará a lograr esta prosperidad, lo
cual ha sido comprobado por la práctica del desarrollo en los
pasados veintitantos años. Justamente así ha avanzado el proceso de
la reforma y la apertura de China: primero alentamos y apoyamos a
desarrollarse a las provincias y ciudades del litoral oriental, y
luego, sobre la base del desarrollo de éstas, formulamos
sucesivamente la estrategia de explotación del oeste a gran escala
y la de vigorización de la antigua base industrial del nordeste,
para hacer que las zonas que han prosperado den impulso al
desarrollo de las otras zonas, y promover de este modo la
edificación integral de una sociedad modestamente acomodada en toda
China.
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