R: Una brecha moderada entre ricos y
pobres es un fenómeno inevitable en el proceso del desarrollo
económico de cualquier país. Eso de permitir a una parte de
personas prosperar primero para alcanzar la prosperidad compartida
de toda la sociedad requiere de un proceso, en el cual justamente
China se halla en la actualidad. En este proceso es imposible que
las medidas de reforma y apertura tomadas, cualesquiera que sean,
beneficien a todos sus 1.300 millones de ciudadanos al mismo
tiempo, pero sí es posible que beneficien más a una parte de
personas y menos a otras. Hablando en general, también es un hecho
indiscutible que el pueblo chino en su conjunto haya mejorado sus
condiciones de vida.
Claro que hemos notado que en el
proceso de la prosperidad de una parte de personas antes que otras
se está ensanchando la brecha de ingreso entre los residentes
urbanos y los rurales. De ello responden factores normales entre
otros: algunos han creado riqueza completamente por su pericia y
trabajo y merecen respeto aunque se ganan hasta uno o dos millones
de yuanes al año. Pero otros no ganan dinero de manera tan normal,
sus ingresos están mezclados con otros ilegales como los grises,
los negros y los de la corrupción, y a ellos les debemos asestar
golpes duros.
Los chinos siempre han idolatrado la
equidad, desde la antigüedad dicen “uno no teme lo poco que hay,
teme la no equidad”, y miran la distribución equitativa como
justicia y la riqueza no equitativa como injusticia, debido a lo
cual la ampliación de la brecha entre ricos y pobres ha originado
en el algunos el aborrecimiento a los acaudalados.
La aparición de la ampliación de esa
brecha refleja también la seria escasez de medios que padece China
en la actualidad para la distribución y la redistribución del
ingreso. Para dar solución racional a este problema, por un lado
estamos haciendo cuanto posible para perfeccionar el sistema de
seguridad social y hemos tomado medidas más eficaces de ayuda a las
masas necesitadas para mejorar aún más su vida. En el agro, por
ejemplo, estamos intensificando sin cesar el desarrollo para
aliviar la pobreza, incrementando la inversión fiscal del Estado en
la construcción de infraestructuras rurales y mejorando las
condiciones de producción y vida de los campesinos de las zonas
pobres. En las zonas urbanas hemos establecido el sistema de
garantía del mínimo nivel de manutención de cobertura total e
incorporado a más de 20 millones de personas a este sistema.
Además, hemos reforzado el trabajo de empleo y recolocación,
permitiendo encontrar puestos a un mayor número de trabajadores
desplazados y desempleados lo más pronto posible.
Por otro lado, venimos profundizando
la reforma del sistema de distribución del ingreso para resolver el
problema de la distribución primaria en el origen mismo, y nos
estamos preparando para recurrir a toda clase de palancas
jurídicas, económicas y administrativas para elevar el punto de
partida de la recaudación del impuesto a la renta personal y
aligerar así la carga tributaria de las personas de ingreso bajo.
Además, recaudaremos el impuesto de consumo especial a algunos
actos de alto consumo, tales como la adquisición de viviendas de
lujo, sedanes de marcas prestigiosas, artículos de consumo y
cosméticos de marcas reputadas, banquetes de alta clase, el ocio y
el recreo de alta clase también, la cría de mascotas, etc., y
haremos de los ingresos de este impuesto un fondo de alivio de la
pobreza especial para reducir el exceso de la brecha entre ricos y
pobres.
Por añadidura, China se ha propuesto
claramente concentrar la fuerza para edificar una sociedad
modestamente acomodada de nivel más elevado en todos los sentidos
durante los primeros veinte años de este siglo en beneficio de sus
más de 1.300 millones de personas. El empeño por beneficiar a una
población tan numerosa significa que el Gobierno chino ha tenido
una plena conciencia del impacto negativo que la ampliación de la
brecha entre ricos y pobres probablemente acarree sobre el
desarrollo económico y social y ha cambiado la política de dejar a
una parte de personas prosperar primero aplicada en el periodo
inicial de la reforma y la apertura por la de estimular a edificar
una sociedad de prosperidad universal de nivel más alto.
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