R: China es un país en vías de
desarrollo, y su condición nacional básica son sus 1.300 millones
de personas. He ahí también su recurso principal. Si la población
es de baja calidad, es una carga pesada; pero si su calidad es
alta, serán recursos humanos abundantes y una riqueza preciosa. Y
justo es de la educación de la que depende esta transformación.
A partir de la fundación de la Nueva
China en 1949, en especial desde la reforma y la apertura, hemos
promovido la educación con antelación mediante el desarrollo a
saltos, logrando la popularización de la educación obligatoria y la
alfabetización de los jóvenes y adolescentes en lo básico.
En los últimos años China ha hecho
ingentes esfuerzos para aumentar la inversión en la educación. Por
políticas exigimos a los gobiernos de diversos niveles aumentar
cada año la inversión en la educación en un punto porcentual en el
presupuesto fiscal. Así ha procedido el Gobierno Central, y los
gobiernos locales de diversas instancias han seguido su ejemplo.
Este empeño ha llevado a elevar los fondos educativos del 2,45% del
PIB del país al 3,41% en cinco años, para un aumento de 0,9 puntos
porcentuales. Realmente se trata de algo impresionante. Quizá todo
el mundo se ha fijado en que la inversión de China en la educación
en estos años ha sido considerable mientras su PIB se incrementa
con rapidez. Entre los países con 1.000 dólares americanos del PIB
por persona, pocos han podido popularizar la educación obligatoria
de nueve años como China. Además, hemos logrado emplear una
inversión relativamente pequeña para mantener una educación de
mayor escala en el mundo y con calidad bastante buena. Desde luego,
nuestra inversión en la educación está lejos de ser suficiente en
comparación con su posición estratégica de desarrollo prioritario
en toda la economía nacional y el esfuerzo por la modernización del
país. No obstante, acrecentar en mayor medida la inversión en la
educación es la determinación del Gobierno chino y también el deseo
de todo el pueblo. China está dispuesta a elevar esta inversión
hasta el 4% del PIB dentro de dos o tres años.
Empero, no debemos ignorar que el
rápido desarrollo podrá acompañarse de muchos problemas y
dificultades. El problema más relevante son la vehemente demanda de
una educación de buena calidad por el pueblo y el suministro
insuficiente de recursos educativos de buena calidad también, pero
lo más difícil proviene de la inversión de fondos. Justo debido a
la inversión insuficiente, en las escuelas de educación obligatoria
a través del país subsiste el fenómeno de cobros
indiscriminados.
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