R: Su pregunta es precisamente el
mayor problema de nuestra preocupación y en el que hemos hecho
mayor inversión. Desde la reforma y la apertura del país en 1978,
la educación rural ha cobrado un considerable desarrollo. En 2000,
en particular, China alcanzó en lo básico la meta de popularizar la
educación obligatoria de nueve años, y sus ciudadanos habían
recibido ocho años de educación por persona, superando el promedio
mundial.
Pero frente a los logros, también
somos conscientes de que la debilidad total de la educación rural
no se ha rectificado radicalmente, el país todavía tiene 431
distritos donde no se ha generalizado la educación obligatoria de
nueve años, en algunas de las zonas donde ésta se ha generalizado
el nivel sigue siendo bajo y los cimientos no son sólidos, y en no
pocas localidades se paga con atraso a los maestros o se les deben
los salarios, muchos edificios escolares se hallan en estado
precario por largos años de uso, y los fondos de uso público son
escasos.
Los problemas prominentes existentes
en la educación rural han concitado la atención a toda la sociedad.
En septiembre de 2003 se celebró la I Conferencia Nacional sobre el
Trabajo de Educación Rural para estudiar especialmente tales
problemas, y en la cual se decidió elevar, para el año 2007, la
tasa de popularización de la educación obligatoria de nueve años a
más del 85% en el oeste del país y reducir la tasa de jóvenes y
adultos analfabetos allí a menos del 5%.
Para este propósito el Estado ha
incrementado por amplio margen la inversión en la educación
obligatoria rural. En 1997 los fondos para esta educación fue de
43.000 millones de yuanes, el 54,8% de la inversión total del país
en la educación obligatoria. Luego, en 2003, la Hacienda central
elevó la asignación a la educación obligatoria rural hasta 109.400
millones de yuanes, el 80% de los fondos del país para la educación
obligatoria, realizando en lo preliminar el viraje fundamental de
“dejar la educación rural en manos de los campesinos” a “hacer al
gobierno asumir la educación rural”.
En 2004, para permitir volver al
colegio a más niños que han interrumpido los estudios por la
pobreza, la Hacienda central dispuso además fondos especiales por
valor de más de 10.000 millones de yuanes, de modo que los 24
millones de alumnos de las familias pobres del oeste en la etapa de
educación obligatoria rural recibieron gratis libros de texto, al
mismo tiempo que asignó 6.800 millones de yuanes al oeste como
fondo de fomento de la educación, de cuyas resultas fueron
reconstruidos los edificios precarios de 8.130 escuelas secundarias
y primarias allí y se emprendió la construcción de 2.364 escuelas
de internado rurales. En 2005 China acrecentó la inversión fiscal
para financiar la educación obligatoria de un mayor número de
alumnos de las familias rurales con recursos escasos, y además de
proporcionar gratis libros de texto y eximir del pago de la
enseñanza y otros pagos a los alumnos de la familias pobres de los
592 distritos pobres de todo el país, les otorgó subsidios para
suplir parte de sus necesidades cotidianas. Adicionalmente, China
planea eximir por completo de tales pagos y el pago de libros de
texto a alrededor de 30 millones de alumnos de las familias rurales
pobres de todo el país y otorgar subsidios de vida a los alumnos
internados en 2007.
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