R: En los últimos años, tal como
dice Ud., China ha visto crecer sus ingresos tributarios en más de
20% cada año. En 2002 estos ingresos ascendieron a 1.699.660
millones de yuanes; en 2003, a 2.046.610 millones; y en 2004, a
2.571.800 millones, con un incremento de 25,7% sobre el año
anterior, contribuyendo positivamente al aumento de la capacidad de
macro regulación y regulación del Estado.
En el proceso de la reestructuración
económica a partir de la reforma y la apertura, China ha hecho dos
cambios importantes del sistema tributario. En los años 1978-1991,
tras comenzar a establecer un sistema tributario relacionado con el
exterior, procedió a impulsar la reforma destinada a cambiar la
entrega de ganancias de las empresas estatales por el pago de
impuestos y la reforma total del sistema del impuesto a la
industria y el comercio. En 1994, a tenor de la necesidad de
establecer el sistema de mercado de economía socialista, China
emprendió una reforma tributaria de mayor escala, mayor alcance y
más profunda en contenido, implantando un sistema tributario
relativamente reglamentado compuesto del impuesto al valor agregado
como el principal, el impuesto al consumo y el impuesto a los
negocios paralelos, el impuesto a la circulación unificado para las
empresas de capital tanto chino como foráneo, el impuesto a la
renta empresarial y el impuesto a la renta personal, y reajustando
en amplio margen el impuesto a la utilización de recursos naturales
y otros impuestos.
La operación exitosa del nuevo
sistema tributario desempeñó un significativo papel en la
estabilización del desarrollo económico y en el mantenimiento del
estable incremento de los ingresos fiscales, llevando a realizar en
lo básico el círculo virtuoso entre el crecimiento de los ingresos
tributarios y el crecimiento económico. En 2003 el aumento de los
ingresos tributarios superó los 300.000 millones de yuanes por
primera vez y el monto total de la recaudación tributaria rebasó
los dos billones de yuanes también por vez primera, sentado récords
históricos en ambos casos.
Aunque el incremento de los ingresos
tributarios es mucho más rápido que el del PIB, esto no ha
resultado de que el gobierno haya aplicado una política de aumento
de impuestos. En los últimos años, con la excepción del nuevo
impuesto a la renta por los intereses, el gobierno no ha iniciado
ningún otro impuesto ni ha elevado por amplio margen las tasas de
impuesto. Ocurre que justo es manteniendo el sistema tributario,
los tipos de impuesto y las tasas de impuesto inalterados en lo
básico que se realizó el elevado incremento de los ingresos
tributarios.
En 2004 se dio curso a una nueva
ronda de la reforma tributaria. El lineamiento fundamental para la
reforma es: de acuerdo con el principio de “simplificar el sistema
tributario, ensanchar la base imponible, aplicar tasas de impuesto
bajas y hacer rigurosas la recaudación y la administración”,
desarrollando el trabajo en torno al objetivo de unificar la ley de
impuestos, practicar el gravamen tributario equitativo, reglamentar
el modo de distribución de este gravamen por el gobierno, promover
el incremento coordinado entre los ingresos tributarios y la
economía y elevar la eficiencia de la recaudación y administración
de impuestos, y actuando bajo el prerrequisito de mantener estable
y relativamente rápido el incremento de los ingresos tributarios,
se procura poner a la altura de la necesidad de la situación
económica y de la macro regulación y control del Estado y reformar
de manera activa y prudente y por etapas la estructura del actual
sistema tributario con aumento y reducción de contenidos.
En la siguiente etapa de la reforma
el impuesto al valor agregado, el impuesto a la renta empresarial y
el impuesto a la renta personal serán los primeros a reformar, se
impulsará de modo oportuno también la reforma del impuesto al
consumo y el impuesto a los inmuebles, y como un renglón de la
reforma tributaria se está examinando el plan de cambiar la tarifa
de camino por el impuesto al aceite combustible, cuya recaudación
empezará tan pronto como los precios del aceite hayan tenido
reajustes apropiados. Adicionalmente, se llevará adelante el ensayo
para convertir las tarifas rurales en impuestos, se abolirá por
completo el impuesto a los productos agrícolas especiales salvo el
aplicado al tabaco, se recortará gradualmente la tasa del impuesto
agrícola y se eliminarán aquellos impuestos y tarifas que no deben
gravar sobre los campesinos, para así crear condiciones a favor de
la unificación gradual del sistema tributario en las zonas urbanas
y rurales.
Ahora China ha ingresado en un nuevo
periodo de crecimiento económico, y la operación económica en su
conjunto presenta una tendencia de incremento acelerado y de buena
calidad y rentabilidad. Todos estos factores favorables han
proporcionado condiciones para el inicio de una nueva ronda de la
reforma del sistema tributario.
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