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 PARTE I AGRICULTURA, CAMPO Y CAMPESINADO
 PARTE II APERTURA AL EXTERIOR Y COMERCIO
 PARTE III CONSTRUCCIÓN ECONÓMICA Y REFORMA
 PARTE IV EMPRESAS ESTATALES Y ECONOMÍA DE PROPIEDAD NO PÚBLICA
 PARTE V REFORMA DEL SISTEMA FISCAL Y FINANCIERO
 PARTE VI EDUCACIÓN, SANIDAD, TURISMO Y PROTECCIÓN AMBIENTAL
 PARTE VII VIDA DEL PUEBLO, ETNIAS Y MUJER
 PARTE VIII VIDA SOCIAL
 PARTE IX SISTEMA POLÍTICO, RELIGIONES Y DERECHOS HUMANOS
 PARTE X PARTIDO COMUNISTA Y PARTIDOS DEMOCRÁTICOS
4-1 P: La media dice que las empresas de propiedad estatal de China ocupan la mitad de los activos fijos del país y el 60% de los préstamos bancarios, pero que rinden tan sólo un tercio del valor total de la producción industrial. ¿Es cierta esta información?

R: Es bien sabido que durante un largo tiempo posterior a la fundación de la Nueva China, las empresas estatales siempre constituían el pilar de su economía nacional. Gracias principalmente al desarrollo de estas empresas, China logró transformarse de un país semifeudal y semicolonial de extrema pobreza y atraso en un país socialista dotado de un sistema de economía nacional independiente y completo en lo fundamental. Incluso en 1978, año del inicio de la reforma y la apertura, las empresas estatales seguían generando el 77,6% del valor total de la producción industrial, pero esta proporción ha venido bajando a medida de la constante profundización de la reforma, sobre todo debido a que el gobierno estimula el desarrollo de las empresas de propiedad individual, colectiva y privada y de las empresas con inversión foránea.

La rentabilidad económica no envidiable de las empresas estatales es un fenómeno universal, no exclusivo de China, y existe en todos los países. Desde la reforma y la apertura, a causa del mercado y el sistema han empezado a evidenciarse la falta de vigor de las empresas estatales y su rentabilidad económica no deseable. Es verdad que estas empresas ocupan muchos activos fijos y reciben muchos préstamos, pero generan solamente un tercio del valor de la producción industrial. Justo debido a ello, ya temprano a comienzos de la reforma y la apertura China colocó la reforma de las empresas estatales en el eslabón central de la reestructuración económica en su conjunto, atribuyéndole suma importancia.

Esta reforma ponía la mira, antes que nada, en la elevación de la eficiencia, y sus modos principales eran reducir el poder de administración del gobierno sobre las empresas, introducir el sistema de responsabilidad para la gestión mediante contrata y el sistema de arrendamiento. A partir de los 1980, China empezó a ensayar el sistema accionario en las empresas estatales. Pero debido a que la gran mayoría de éstas carecían del concepto de la reforma del derecho de propiedad, no pocas compañías por acciones eran fantasmas, de sólo nombre. En especial las compañías cotizadas en bolsa constituidas por las mismas empresas estatales sólo cambiaron de nombre, pero conservaron en su seno básicamente el mecanismo propio de las empresas estatales. En particular, ningún hacedor de decisiones o gestor asumía la responsabilidad por la pérdida económica de la empresa resultante de la pobre gestión y por la pérdida de activos estatales debido a la deuda superior al patrimonio o debido al desatino de la toma de decisiones en la inversión. Dado el caso, las empresas estatales no pudieron mejorar radicalmente la gestión, y sus activos fallidos continuaron en aumento.

En 1993 China fijó la implantación del sistema empresarial moderno como orientación para la reforma de las empresas estatales y estimuló al capital foráneo, el capital del sector no público y otros capitales como el del personal administrativo a participar en la administración y el desarrollo de las empresas estatales, para transformar éstas en empresas de propiedad mixta y diversificar los sujetos de la inversión, de contrapeso mutuo. A juzgar por la práctica en la reforma del sistema de derecho de propiedad de las empresas estatales, debido a que había quienes responden de la pérdida de activos, las empresas se mostraron muy prudentes en la gestión, la inversión y otras decisiones importantes, de manera que la mayoría de ellas lograron mejorar la gestión en distinto grado.

Al llegar el siglo XXI, aunque las empresas estatales de China han disminuido en número, han mejorado la calidad de los activos, han robustecido la capacidad competitiva y han elevado la rentabilidad económica, de modo que el sector de propiedad estatal continúa controlando las ramas y campos clave, que son arterias vitales de la economía nacional, y ejerciendo el papel predominante en el desarrollo económico. Según estadísticas, si bien las empresas estatales y los holdings estatales disminuyeron de los 238.000 en 1998 a 150.000 en 2003, sus ganancias aumentaron de 21.400 millones de yuanes a 495.100 millones, sus activos netos se acrecentaron de 5,2 billones de yuanes a 8,4 billones, y el rendimiento de los activos estatales se elevó al 5,9%. Estas cifras advierten que las empresas estatales de China dejaron atrás el periodo más difícil ya en los años 1998-2000 y están recuperando su vigor y pujanza.

Por supuesto, cualquier reforma paga precio, y la de las empresas estatales no puede ser una excepción. En un periodo anterior no lejano surgió el fenómeno de pérdida de activos estatales en el proceso del cambio de sistema de estas empresas y de la cesión del derecho de propiedad, lo cual se debió precisamente a la no entrada de la reforma en su justo lugar.

En vista del carácter peculiar de las empresas estatales de China, su reforma no tiene experiencias de otros que sirvan de referencia, ni puede cumplirse de un golpe. Hasta el momento, estas empresas solamente han formado un armazón del sistema empresarial moderno en lo preliminar, todavía muy por debajo de los requisitos de reglamentación, la reforma del sistema de administración de activos estatales acaba de comenzar y algunas contradicciones y problemas subyacentes aún no se han resuelto de raíz. Por lo tanto, la reforma de las empresas estatales sigue siendo la más importante y la más penosa para China y todavía se encuentra en la etapa de solución crucial.

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