R: Desde el comienzo mismo de la
apertura de China al exterior ha existido y no ha cesado la
polémica acerca de si la ampliación de la apertura y la captación
de la inversión foránea pueden traer acometidas contra la
“industria nacional” y la “economía nacional”. Empero, la
experiencia del desarrollo económico de muchos países ha
corroborado que sería muy difícil desarrollar la economía nacional
sin apertura.
China es un país en vías de
desarrollo y la industria nacional es la base de la cual dependen
su supervivencia y desarrollo. En tiempos modernos, justo es a
causa del ultraje del capital extranjero que la industria nacional
de China no logró desarrollarse. Es verdad que la apertura al
exterior y el uso de la inversión foránea pueden acarrear cierta
embestida contra nuestra industria nacional. Pero mirando al mundo,
hasta la fecha ningún país o región ha sucumbido debido a la
apertura al exterior, y por el contrario la mayoría de los que así
han hecho se han beneficiado de la apertura. El hecho del uso de la
inversión foránea por China en los más de veinte años de apertura
al exterior ha demostrado que el beneficio es mayor que el
perjuicio.
Desde la apertura al exterior en
1980 al 2004, según estadísticas, China absorbió un total de
US$560.000 millones en concepto de inversión foránea directa, cuya
contribución al PIB superó el 40%. El continuo flujo del capital
foráneo a China compensó la escasez de fondos del país para la
construcción durante un tiempo bastante largo después de la reforma
y la apertura, e hizo posible la puesta en obras de un gran número
de proyectos. El acceso del capital foráneo y la instalación de sus
empresas en China también promovieron la actualización de algunas
industrias pilares del país, por ejemplo, la industria automotriz y
las de televisores, aparatos eléctricos, computadoras y otros
productos de alta tecnología, acortando la distancia de China con
respecto a los países desarrollados. Paralelamente, esto nos ha
permitido aprender algunas experiencias de administración
empresarial más avanzadas en el plano internacional, acelerar
nuestro paso de fusión con la gran circulación de la economía
mundial, y hacer preparativos con anticipación para nuestra
incorporación a la OMC.
Por supuesto, huelga ocultar que la
entrada masiva del capital foráneo ha arremetido en cierto modo
contra la industria nacional de China. Hasta ahora, más de 200 de
las 500 empresas clasificadas de más fuertes del mundo han hecho
inversión en este país, con un alto nivel tecnológico y proyectos
grandes. Aunque las empresas de capital foráneo en su conjunto no
ocupan una porción elevada del total de ventas en el mercado chino,
actúan con un vehemente ímpetu para ganarse una mayor porción de
las ventas de mercancías en los sectores de productos químicos de
uso diario, bebidas, neumáticos y ciertos productos mecánicos y
electrónicos y, de hecho, han acaparado un elevado peso específico
en estos sectores, acometiendo contra las empresas chinas hasta
cierto punto. Además, conforme se amplía el alcance de la apertura
de China al capital foráneo, éste extenderá su embestida a todas
las industrias.
En la actualidad, según
investigaciones de los departamentos estatales pertinentes, los
productos de las empresas extranjeras ocupan una porción todavía
pequeña en el mercado chino y no podrán afectar a la seguridad
económica del país. Hacer uso más activo del capital foráneo y
aumentar por todos los medios la capacidad competitiva de la
industria nacional en el plano internacional, ésta es una necesidad
de China para la reforma y el desarrollo de su economía en el
futuro.
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