R: La división artificial de la
población china en “urbana” y “rural” quedó formada en el periodo
de economía planificada. Está basada en el régimen de
empadronamiento civil, así que de hecho las personas de la ciudad y
las del campo tienen identidades sociales distintas. Estas dos
identidades, más las diferencias en el abastecimiento de alimentos,
el trabajo y empleo y otros regímenes de bienestar social, vuelven
muy diferentes a ambos grupos y los convierten en clases sociales
distintas en lo político, lo económico y los derechos sociales, al
tiempo que restringen su libertad de elegir lugar de residencia,
cónyuge y lugar de trabajo.
Desde la reforma y la apertura en
1978, los anteriores regímenes de empadronamiento civil, trabajo y
empleo y bienestar social que hacen distingos entre la ciudad y el
campo han permanecido en considerable medida. Aunque algunas
localidades han intentado reformar el viejo régimen de
empadronamiento, no han podido hacer progreso envidiable porque
muchos factores por detrás de este régimen, entre ellos el
bienestar social, carecen de recursos de solución, de cuyas
resultas la desigualdad in facto entre los residentes urbanos y los
rurales en cuestión de empleo y bienestar social no ha podido tener
cambio radical. De ahí se originó el violento contraste entre la
ciudad y el campo en China.
Con todo, según se profundiza la
reforma y se aplica una serie de medidas políticas destinadas a
promover un desarrollo económico coordinado entre la ciudad y el
campo, se han producido cambios en las condiciones básicas
necesarias para mantener una sociedad dual urbana-rural. Por
ejemplo, el sistema de comunas populares cedió su lugar al sistema
de responsabilidad por contrata en base a la familia y con el
ingreso en función del rendimiento en los 1980 y se concluyó en
1983; se abolió el acopio unificado de productos agrícolas a
finales de los 1980; y en 1993 se eliminó el régimen urbano de
racionamiento de cereales y aceites comestibles apoyado por la
libreta de cereales y cupones. Mientras tanto, se está reformando
la parte restante, que son los regímenes de empadronamiento civil,
trabajo y empleo, y seguridad social.
Desde inicios del siglo XXI, en todo
el país se ha estado llevando adelante la reforma encaminada a
erradicar por completo la estructura urbana-rural dual y el régimen
de empadronamiento civil derivado que ha originado la segmentación
social y la discriminación por identidad personal. En marzo de
2001, China introdujo la política de apertura total de los poblados
de nivel inferior al distrital para el acceso de los pobladores
rurales y flexibilizó los requisitos de empleo y residencia para
los campesinos emigrados a trabajar en las ciudades grandes y
medianas. En la actualidad, más de 100 millones de campesinos
trabajan en las ciudades y sus ingresos salariales ya forman un
tercio de los ingresos del campesinado.
Por otra parte, el Estado ha
empezado a inclinarse hacia el campo en los asuntos fiscales,
tributarios y otros aspectos de la política social y económica, lo
cual ayudará a inhibir la tendencia de ampliación de la brecha
entre la ciudad y el campo y, al mismo tiempo, facilitará el
desplazamiento de un gran número de pobladores agrícolas a sectores
no agrícolas a través de la industrialización y la urbanización. En
el 2020, según pronósticos, el nivel de urbanización de China
ascenderá del 40% en la actualidad hasta más del 50%. Para entonces
China habrá resuelto cabalmente la brecha entre la ciudad y el
campo legada del pasado para promover un desarrollo aún más
coordinado entre ambos.
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