Para finales de 2005, China contaba con salidas internacionales de Internet de banda ancha, mayores de 100 mil megabits, cerca de 0,7 millones de sitios web (electrónicos), 1,09 millones de dominios inscritos con la terminación CN, 49,5 millones de ordenadores conectados a Internet, 110 millones de usuarios de Internet, para ubicarse segundo en el mundo. En los servicios a través de Internet se desarrollan con rapidez la enseñanza, los servicios bancarios, las transacciones en línea, la publicidad, los informativos, los servicios visuales, los envíos postales cobrados, el teléfono IP, los servicios de mensajes cortos, los servicios de personal, de consulta y asesoramiento, recreativos, etc.

Sobre la base del proyecto Llave Pública, fruto del Plan 863, más de 300 científicos y técnicos terminaron en tres años la plataforma de apoyo de seguridad y aplicación de la red interior de administración gubernamental del Estado, haciendo posible la conexión y comunicación entre los diferentes departamentos y la utilización conjunta y la reintegración de los recursos.

La industria informática se ha convertido en la primera industria de China. En 2005, registró un valor añadido de 1.130 mil millones de yuanes y su escala representa la tercera a nivel mundial. Las cifras muestran que en cuanto a valor de la producción, volumen de venta y beneficios, la manufactura de los equipos electrónicos y de telecomunicaciones ya ha superado a la de las ramas tradicionales, marcha a la cabeza de todos los sectores y ha supuesto la mayor contribución al crecimiento de la economía nacional.

El correo y las telecomunicaciones forman parte importante del sector de la informática. A lo largo de varias décadas de desarrollo, se ha configurado preliminarmente una red nacional, con sus centros en Beijing y en las principales ciudades conectados con amplias zonas urbanas y rurales. En cuanto al desarrollo de los servicios de telecomunicaciones, China ha creado una red transmisora básica, con cables de fibra óptica como elemento principal, y satélites y microondas digitales como auxiliares; es una red de gran capacidad y de alta velocidad, que cubre todo el país. Excepto Lhasa, todas las capitales provinciales poseen más de dos líneas de cables de fibra óptica. En la costa y en las regiones económicamente desarrolladas del interior, ha llegado a los cantones, a los pueblos, a los barrios residenciales y a los grandes edificios, convirtiéndose así en el principal medio técnico de transmisión de la información. Al mismo tiempo, China ha participado en la construcción de varios cables de fibra óptica internacionales, terrestres y submarinos, como los cables submarinos chino-japonés, chino-surcoreano y euroasiático, y los terrestres euroasiático y chino-ruso. El cable de fibra óptica terrestre euroasiático Shanghai-Frankfort, de 27 mil kilómetros de largo, construido por iniciativa china, atraviesa 20 países y es el más largo del mundo. China mantiene servicios de telecomunicación con más de 200 países y regiones.

A finales de 2005, el volumen total de conexiones de las centrales telefónicas locales cubría 743.860 mil abonados, de ellos, 350.430 mil teléfonos fijos y 393.430 mil teléfonos móviles. En 1987, China inició sus servicios de telefonía móvil. La comunicación mediante teléfonos móviles (celulares) cubre todo el país y ha hecho realidad su “roaming” con más de 200 países y regiones.

En la actualidad, la red pública de telecomunicación de datos ha alcanzado ya un desarrollo inicial, teniendo como soporte principal la red de intercambio de datos en paquetes, la red digital de datos, Internet por ordenador, la red de telecomunicaciones multimedia y la red de retransmisión marco, que cubren más del 90 por ciento de las ciudades de nivel superior al distrital, y que la convierten en una de las más grandes redes de su tipo en el mundo. Continúan desarrollándose con rapidez las retransmisiones por radio y televisión, que superaron los 200 millones de usuarios para finales del año 2005, cubriendo básicamente todas las aldeas del país.