Más de 200,000 empresarios extranjeros participarán en la 102ª Feria de Importación y Exportación de China, conocida como Feria de Cantón, inaugurada el pasado lunes, donde la ropa, el calzado y los juguetes de fabricación china inician su viaje al resto del planeta.
No es la primera vez que el magnate de las maquinas de coser Qiu Jibao participa en la feria. Hace más de dos décadas, cuando Qiu intentó participar en la feria para vender sus máquinas de coser a los empresarios extranjeros, fue rechazado por pertenecer a una pequeña fábrica privada .
Sin embargo, la fábrica de Qiu creció y se convirtió en una empresa mundialmente conocida gracias a la política nacional de reforma y la apertura, y Qiu se ha ganado el apodo del "rey de las máquinas de coser" con un volumen de exportaciones valorado en 200 millones de dólares.
"Si uno quiere saber qué es la reforma y la apertura de China, tiene que ir a la feria", afirmó Qiu.
La feria se inició en 1957 cuando China necesitaba divisas para comprar equipos industriales y materias primas de otros países. Desde entonces la feria se centraba en facilitar las exportaciones chinas, hasta que el pasado abril las empresas extranjeras fueron invitadas a la feria para exhibir sus propios artículos. En este sentido, el nombre oficial de la feria, la Feria de Exportación de China pasó a ser la Feria de Importación y Exportación de China.
La inauguración de la feria coincide con la apertura del XVII Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh), acontecimiento fundamental para fijar el proyecto de desarrollo del país asiático en los próximos años.
"Los hechos han comprobado de manera convincente que la reforma y la apertura constituyen una opción clave para determinar el destino de la China actual y un camino ineludble para fomentar el socialismo con peculiaridades chinas y materializar la gran revitalización de la nación china", dijo el líder chino Hu Jintao en el acto de inauguración del congreso.
Las palabras de Hu fueron aplaudidas por los delegados del congreso. El gerente general de la Corporación de Aluminio de China, Xiao Yaping, recordó que su empresa no tenía fama cuando se fundó, pero ahora se ha convertido en la tercera empresa más grande del mundo en el sector de aluminio y la que crece más rápidamente.
"No puedo imaginar cómo sería nuestra compañía sin la aplicación de la reforma y la apertura", señaló Xiao.
Sin embargo, con serios problemas como el empeoramiento del medio ambiente y la diferencia cada vez mayor de ingresos entre los ricos y los pobres, la profundización de la reforma y la apertura en ciertas áreas es cada vez más difícil.
Mientras algunos discutían el futuro del proceso, los observadores extranjeros se plantean si China adoptará una posición más conservadora. También existen disputas en el ámbito académico sobre la política.
En este caso, los líderes chinos han reiterado que el proceso debe continuar sin pausa. Hu Jintao señaló en el congreso del PCCh que parar o retroceder en la política de reforma y apertura sólo conduciría a un callejón sin salida.
La reforma y la apertura "corresponden a la voluntad del Partido y la del pueblo y a la corriente de la época, han seguido un rumbo y un camino enteramente correctos", destacó Hu.
Según el profesor Wang Yukai, de la Escuela Nacional de Administración, esta política debe profundizarse ahora, porque China se encuentra en una etapa de desarrollo muy importante.
"Es cada vez más difícil profundizar la reforma y la apertura en comparación con lo que fue hace tres décadas atrás. No se pueden sobrepasar los obstáculos sin que tengamos una posición firme", afirmó Wang.
"Recursos, medio ambiente, disparidad de ingresos y justicia social son los temas a los que China necesita hacer frente para la continuidad de la reforma y la apertura", añadió.
La política de reforma y apertura fue lanzada durante la tercera sesión plenaria de la XI Comité Central del PCCh, celebrada en 1978, con Deng Xiaoping como "arquitecto en jefe".
Entre 1978 y 2006, el producto interno bruto de China creció a un ritmo medio anual del 9,7 por ciento, permitiendo al país situarse como la cuarta mayor economía del planeta.
El proceso de reforma y apertura de China fue elogiado por el Banco Mundial como la mayor campaña de reducción de la pobreza jamás realizada en la historia, con especial mención a la reducción del número de habitantes de las áreas rurales sumidos en la pobreza extrema.
Los datos oficiales muestran que la población pobre en el campo chino ha disminuido desde más de 250 millones de personas en 1978 a un poco más de 20 millones en 2006.