Si uno pudiera viajar 30 años hacia el pasado y ver cómo era la China de aquel entonces, no le quedaría duda alguna de que este país ha atravesado por una de las reformas más amplias y rápidas que un estado moderno haya jamás emprendido. Los datos, sin importar la perspectiva que se les de, hablan por sí solos. El crecimiento económico y el incremento en el nivel de vida de los habitantes han ido de la mano durante las últimas tres décadas. La reducción de la pobreza en China es un hecho palpable. Por supuesto que aún quedan cosas por hacer. China, en su proceso de reforma y apertura parece haber tomado el camino correcto. No obstante, necesita dar pasos lentos, palpar el suelo, afianzar el paso y luego dar el que sigue. China sabe que es necesario aprender a caminar antes que correr, y por eso va con cuidado.
Cuando como extranjero se habla de China parece ser muy fácil – y muy común – criticar, señalar los problemas (a veces pasando por alto los avances), subrayar la carencias. Muchos optan por sugerir lo que China ‘debería hacer’, pero en realidad para la mayoría de los extranjeros toma mucho tiempo entender cuáles y cómo son las dinámicas al interior de las múltiples sociedades que componen lo que conocemos como China – según algunos chinos, hasta para ellos es difícil entender las complejas relaciones sociales y políticas que determinan la vida en China.
La lista de las reformas, de los pequeños pasos y de las grandes zancadas, que China ha logrado en su proceso de Reforma y Apertura es interminable. Los últimos diez años han transcurrido a una velocidad vertiginosa y la intensidad de estos dos procesos se vio acelerada por la realización de los Juegos Olímpicos: las más grande oportunidad que este país ha tenido para mostrar su nueva cara al mundo, y participarle a la sociedad internacional de las intenciones de desarrollo y crecimiento que tiene.
Quizá uno de los tópicos que más interés suscita entre quienes estamos interesados en los distintos procesos de reforma y transición chinos, sea el de la transparencia y responsabilidad: es decir, el de la revisión del desempeño de los políticos por parte de los ciudadanos. Y es que, como mencioné antes, parece ser que el Estado chino va abriendo sus puertas pasito a pasito: 2009 marca otra oportunidad en la que reporteros extranjeros tendrán acceso a las dos Reuniones Nacionales, la Asamblea Popular Nacional y la Reunión del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino. En los últimos años, el gobierno chino ha hecho esfuerzos por transparentar su toma de decisiones y hacer que cada vez más ciudadanos participen en los procesos de elaboración de políticas. Una muestra de ello es la atención que los gobiernos provinciales y nacional han prestado a los acalorados debates que se dan en la Internet.
La cobertura mediática que se dará a las Dos Reuniones (Lianghui), como también se les conoce en China y la extensión de invitaciones para que los medios extranjeros las cubran es un paso muy significativo que ha sido dado como parte del proceso de Reforma y Apertura.
La primera semana de marzo verá las ceremonias inaugurales de ambas sesiones.
La Asamblea Popular Nacional es el organismo más importante del Estado chino, sede del poder legislativo. Un ámplio foro de deliberación y discusión de las políticas que se pretende implementar. Por otra parte, la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino es un organismo cuya representatividad es más ámplia y reune a delegados de diferentes orígenes y organizaciones del gobierno, los partidos políticos y la sociedad civil, así como algunos miembros individuales.
Entre los asuntos más importantes que se tratarán en las reuniones y que destacarán en la cobertura mediática están: la respuesta del gobierno ante la crisis financiera global; procesos democraticos y legales; protección del medio ambiente; política exterior; reconstrucción en el área afectada por el sismo; estabilidad social; la brecha entre los pobres y los ricos; esfuerzos en contra de la corrupción; seguridad alimentaria; cómo se enfrentará el desempleo; problemas rurales; y políticas sobre el Tibet y Taiwán.
Algunos otros temas a los que darán prioridad los medios chinos en sus coberturas son: educación y cultura; elementos bursátiles; situación contractual de las empresas chinas y extranjeras, entre otros.
Un centro de medios comenzará operaciones el 26 de febrero para satisfacer las necesidades de los reporteros nacionales y extranjeros que cubran las asambleas. El pasado miércoles se pusieron a disposición de los reporteros dos sitios de Internet: www.npc.gov.cn/pc/11_2 para la asamblea popular y www.cppcc.gov.cn para la conferencia consultiva.
El año pasado las dos sesiones recibieron a más de dos mil 800 reporteros nacionales e internacionales, lo que estableció un récord y un precedente en materia de transparencia en China.
Para más información sobre las sesiones y sobre el tratamiento mediático que se les dará, visite http://english.people.com.cn que está realizando una encuesta en línea sobre los temas más importantes de las reuniones; http://english.cri.cn/tools/online/ncp09/index.htm, que hace casi lo mismo y http://www.china.org.cn/.