La cuestión del Dalai Lama no es religiosa ni étnica, sino un asunto que concierne a la soberanía y la integridad territorial de China, indicó hoy miércoles el ministro chino de Relaciones Exteriores, Yang Jiechi.
Cada vez más países europeos han tomado conciencia acerca de esto, dijo Yang en una rueda de prensa durante la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional, el parlamento del país asiático.
Alemania ha reconocido públicamente que el Tíbet es una parte de China, y ha afirmado que no apoyará ningún intento de buscar la "independencia del Tíbet", señaló Yang.
Más y más países han calado las intenciones del Dalai Lama de separar el Tíbet de China y sus intentos secesionistas están condenados al fracaso, recalcó el canciller.
El portavoz de la cancillería china, Qin Gang, también urgió ayer martes al Dalai Lama a abandonar sus intentos en pro de la " independencia tibetana" y llevar a cabo acciones concretas por el bienestar de las gentes de esa región.
"El grupo del Dalai habla repetidamente sobre la cultura tibetana y la destrucción del medio ambiente, pero de hecho, el Tíbet ha alcanzado la prosperidad en el desarrollo social, económico y cultural, y los tibetanos ahora son más felices que antes", dijo Qin.
"Lo único que se destruyó en el Tíbet fue el cruel y oscuro sistema de servidumbre, que el grupo del Dalai intentaba restaurar ", sostuvo el vocero.
De acuerdo con Qin, el gobierno central ha fortalecido el apoyo a la región autónoma del Tíbet, donde todos pueden observar los éxitos logrados por ésta en materia de desarrollo económico, estabilidad social, y armonía entre las diferentes religiones y minorías étnicas.
Los intentos por relacionar los asuntos del Tíbet con los Juegos Olímpicos de Beijing y distorsionar los hechos son imprudentes y no tendrán éxito, aseveró.
"Espero que el Dalai Lama reconozca como es debido la realidad y la historia, perciba la situación, y haga más por el bienestar de los tibetanos con acciones concretas en los años que le quedan", puntualizó el portavoz.
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