China debe aplicar en forma más rigurosa la expropiación de tierras, señaló un asesor político en la actual sesión del XI Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh, máximo órgano asesor de China).
En la actual Ley sobre la Administración de Tierras de China se estipula que los gobiernos pueden expropiar tierras de propiedad colectiva "por intereses públicos", pero no se especifica lo que significa el interés público, indicó Liang Jiyang, investigador del Instituto de Investigación de Ciencias Geográficas y Recursos Naturales subordinado a la Academia de Ciencias de China.
"El término debe definirse claramente para controlar la toma de tierras, y se debe pagar la compensación completamente", afirmó Liang, quien añadió que la expropiación de tierras produce ganancias significativas.
"El precio de tierras es muchas veces la compensación de la suma que el gobierno paga en su expropiación", destacó Liang, quien añadió que "la gran diferencia atrae a algunos gobiernos locales a buscar beneficios de las tierras".
Sin embargo, la excesiva expropiación ha conducido a la rápida reducción de tierras de cultivo, advirtió el investigador.
En la actualidad, la superficie de tierras de cultivo en China se sitúa en 121,8 millones de hectáreas o 0,09 hectáreas per cápita, cifras que representan bajas de 8,3 millones y 0,11 hectáreas respectivamente en relación a 1996 y menos del 40 por ciento del nivel medio mundial.
Liang estimó que la población de China crezca a 1.600 millones, quien necesita al menos 120 millones de hectáreas de tierras para asegurar el suficiente alimento.
La expropiación de tierras dejará a cerca de 50 millones de agricultores con pocas tierras de cultivo, que se han convertido en un grupo vulnerable propenso a incidencias masivas que pueden amenazar la estabilidad social, advirtió.
El monopolio de terrenos también ha promovido el incremento de precios de vivienda en China, añadió Liang. Aunque el gobierno ha hecho esfuerzos en el enfriamiento del mercado sobrecalentado, los precios de los bienes raíces en las principales ciudades chinas en enero aumentaron 11,3 por ciento frente al mismo mes del año pasado, según un informe anterior.
China adoptó la Ley de la Propiedad en marzo pasado, en una campaña para proteger mejor al campesinado de la expropiación de terrenos, lo que causó enojo en ciertos sectores de la sociedad, pues la ley subraya la protección de tierras de cultivo, prometiendo estrictas restricciones en la transformación de tierras del uso agrícola para proyectos de construcción.